Por José Cárdenas
El jefe del Comando Norte del Pentágono estadunidense, el general Glen VanHerk, analizó lo que ocurre en la frontera de Estados Unidos con México donde se esperan más migrantes centroamericanos, de otras naciones y mexicanos, con riesgo de una grave crisis migrante y humanitaria como no se ha visto en los últimos veinte años.
Para los jefes militares de Estados Unidos, el fenómeno migratorio abre un riesgo de seguridad enorme.
El diagnóstico del general VanHerk incluyó rudeza.
Según el militar, entre el 30 y el 35% de nuestro territorio está controlado por el crimen organizado; la violencia expulsa a la gente. Comparó la ingobernabilidad mexicana con lo que sucede en Rusia o China.
Ante este análisis militar, que el presidente López Obrador rechaza de manera rotunda, brinca el asunto de las vacunas AstraZeneca que Estados Unidos tiene guardadas y por las cuales, nosotros rogamos una limosna de lo que sea su voluntad.
–¿Migración y vacunas tienen relación?
Pareciera que sí, aunque Estados Unidos y México lo nieguen de dientes para afuera.
Sin afán de especular, podemos inferir que, para la Casa Blanca, las vacunas son una presión para que la 4T se esfuerce más en contener y atender los temas migratorios a cambio de mandarnos 2.5 millones de dosis que alivien la travesía por el desierto en que se ha convertido la misión incumplida de traer suficientes.
¿Será el clásico dando y dando, vacunitas volando?
Información Radio Fórmula