Por Enrique Aranda
Ahora sí que, contra todo pronóstico, a decir de los más optimistas o como era previsible, en opinión de quienes en verdad le conocen, el acto en que Andrés Manuel López Obrador dio a conocer el plan económico emergente para enfrentar la crisis sanitaria y económica y sus inevitables consecuencias negativas resultó en “más de lo mismo…” o, para decirlo claro, en nada; en la reiteración de políticas sustentadas más en posicionamientos ideológicos que, como era exigible, en la aceptación de una realidad inédita y compleja que amenaza la estabilidad de México, como de prácticamente todas las naciones del mundo.
Ayer, efectivamente, el promocionado mensaje del tabasqueño decepcionó a quienes esperaban que atendiera el generalizado reclamo del empresariado, y del impuesto líder interino de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, incluso, de volver la vista hacia los miles de unidades productivas, las llamadas mipymes esencialmente, que, hoy por hoy, enfrentan el riesgo de cerrar las puertas y declararse en quiebra, cuando no han hecho ya, dejando en la calle, literal, a millones de trabajadores.
Es verdad que en su informe-mensaje no faltaron las proclamas y expresiones de buenos augurios propias de todo gobernante sustentado en promesas de creación de empleos por miles vía los programas “clientelares”, sociales, perdón, y en la realización de inversiones multimillonarias del sector público… pero, en contraste, nada se expuso sobre la adopción de medidas o el aporte de apoyos transitorios ni de la posposición de pagos de impuestos y derechos siquiera, para evitar el hundimiento de la parte más endeble del sector productivo.
Se habló, sí, de otorgar créditos “blandos” a afiliados al Fovissste e Infonavit o, incluso, a trabajadores de empresas privadas, y también quedó claro el extraordinario esfuerzo que para funcionarios del más alto nivel implicará seguir ajustando su ingreso y actuación a la “austeridad republicana” y a los criterios más estrictos de honestidad, la cancelación de su derecho a cobrar el aguinaldo a que por ley tienen derecho incluido, pero nada se expuso respecto de la necesidad que tiene el sector privado —el capital nacional y extranjero, digámoslo claro— de fortalecer su confianza y credibilidad en la autoridad y en la vigencia del Estado de derecho. De eso, nada…
Prácticamente al final de su prolongada exposición, vale destacar, López Obrador reservó unos segundos para agradecer a empresarios por su apoyo y aceptación “voluntaria” de las medidas dictadas en el marco de la declaratoria de emergencia sanitaria —cerrar empresas y seguir pagando salarios, en esencia—, aunque nada refirió respecto de que, salvo el compromiso de “agilizar la devolución del IVA…”, ninguna atención prestó a las acciones que los líderes cupulares le propusieron como necesarias y urgentes para enfrentar la contingencia.
Veremos pues…
ASTERISCOS
* Hoy, de no suceder nada extraordinario que lo impida, los coordinadores de las diferentes fuerzas representadas en San Lázaro sostendrán una conferencia con el (aún) secretario de Hacienda, Arturo Herrera, para analizar el contenido y hacer aportes al documento de Criterios de Política Económica 2021 que, huelga recordar, en los supuestos que le soportan al menos, fue desautorizado ya por el Ejecutivo…
Veámonos el miércoles con otro asunto De naturaleza política.Información Excelsior.com.mx