¿Definirá trilateral futuro de la eléctrica?

Por Enrique Aranda

¡A dormir tranquilos!… pusieron al país en riesgo.

Al margen de consideraciones de otra índole, nada parece más claro que la semana que comienza. El jueves, en particular, es clave en la definición del futuro de la regresiva reforma eléctrica de Andrés Manuel López Obrador que, a debate ahora en el Congreso federal, es igualmente –“por sus previsibles consecuencias negativas” en el ámbito económico y medioambiental– causa de preocupación y malestar incluso a nivel mundial.

Creer pues que el asunto estará ausente de la agenda a desahogar en el encuentro trilateral convocado por el presidente Joe Biden en la Casa Blanca, junto con Justin Trudeau es además de absurdo e ingenuo, cuando no ridículo, tanto como pretender ignorar las multimillonarias inversiones estadunidenses y canadienses realizadas en México, que estarían en riesgo, de aprobarse aquélla y, al mismo tiempo, cerrar los ojos ante el consistente reclamo social en favor de un entorno ambiental medianamente “limpio” existe hoy a todo lo largo y ancho del planeta.

Guste pues o no en la Ciudad de México, en Washington u Ottawa, el tema estará en la mesa para ser discutido y, aunque sólo de manera implícita, definir ahí qué de la cuestionada iniciativa del tabasqueño parece aceptable y procedente para nuestros socios de América del Norte y qué, en especial, se estima absolutamente improcedente: la reestatización de la industria eléctrica y la cancelación con ello de toda forma de competencia a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por parte del capital privado nacional e internacional. La práctica cancelación de todo aporte a la generación de “energías limpias” y, claro, la previsible expansión del esquema al tratamiento de otros energéticos como el gas natural o el (preciado) litio…

No en balde, durante las últimas semanas, igual en México que en la Unión Americana, se han multiplicado toda suerte de expresiones sobre la controversial propuesta tanto en boca del sombrerudo Ken Salazar que no pierde oportunidad para destacar las “serias preocupaciones existentes en su país respecto de la reforma” que del copresidente de la Comisión Parlamentaria México-Unión Europa, Massimiliano Smeriglio, quien, en formal visita, dejó en claro que “la reforma eléctrica planteada es una tema muy sensible para la Unión” o, ya en el extremo, la carta a los secretarios de Estado (Antohny Blinken), Comercio (Gina Raimondo) y Energía (Jennifer Granholm) de su gobierno para exigirles “que (México) detenga las acciones discriminatorias contra las empresas energéticas privadas”, y denunciar la paulatina cancelación de permisos ya otorgados para operar en el estratégico sector que signaron medio centenar de congresistas estadunidenses

¿Qué no? Al tiempo…

ASTERISCOS

* Ayer se confirmó el retorno a Acción Nacional de José Luis Luege Tamargo, un elemento valioso no sólo por su incuestionable capacidad técnica y experiencia de gobierno –fue director de Profeco, Conagua y secretario de Medio Ambiente– sino, igual, por su sólida formación en los valores del otrora “partido de la derecha”, que dirigió a nivel capitalino. Bien…

Veámonos el miércoles con otro asunto De naturaleza política

Información Excelsior.com.mx