Ciudad de México –
Las historias donde una pelota de futbol salva a un niño de caer en una vida llena de drogas y crimen no son exclusivas de Sudamérica o África, sino también pasan en países de primer mundo como lo es la del mediocampista, Dele Alli, que conforma parte del equipo de Inglaterra en Rusia 2018.
Bamidele Jermaine Alli, de 22 años, nació el 11 de abril de 1996 en Milton Keynes, Inglaterra. Detrás de los reflectores que hoy lo apuntan como una de las nuevas figuras del futbol mundial, tuvo que sortear una infancia y adolescencia sumamente complicadas y, de no ser por este deporte, habrían degenerado en una vida tirada a la basura entre drogas, violencia y crimen.
Alli es hijo de un príncipe nigeriano de nombre Kehinde, perteneciente a la tribu Yoruba y que, al momento de su nacimiento, lo abandonó en Londres con Denise, su madre de origen inglés. Ocho años después, su progenitor regresó por él y se lo llevó a Nigeria, donde Dele estudió por un año en la capital Lagos. De ahí, vivió dos años en Houston, Estados Unidos, y regresó a los 11 a Inglaterra para seguir su sueño de ser futbolista, luego de otro abandono de su papá.
Sin embargo, el volver a su país no le significó tranquilidad al pequeño Alli, porque su madre, además de tener otros cuatro hijos, todos de diferente padre, tenía problemas con el alcohol, por lo que las discusiones en casa eran constantes para el ahora seleccionado inglés. La situación en su hogar lo obligó a andar por las calles y juntarse con malas compañías que poco a poco lo adentraban al mundo de las drogas y el crimen.
Para fortuna de Dele Alli, la vida le cambió a los 13 años, cuando una familia del barrio de Milton Keynes, compuesta por Alan y Sally Hickford lo adoptó luego de que su madre, Denise, por su alcoholismo aceptara su incapacidad para criarlo y junto con los servicios sociales de Inglaterra, decidieran darle una mejor realidad al pequeño. Harry, hijo de los Hickford, conocía a Dele porque ambos jugaban en un equipo de futbol infantil.
Desde ese momento y después de una infancia complicada, su vida ha sido totalmente en plano ascendente, ya que a partir de 2012 (con 16 años) y hasta 2015 jugó en el Milton Keynes Dons, un equipo de la cuarta división para después dar el salto al Tottenham Hotspur de la Premier League, donde se desempeña desde hace tres temporadas.
Dele Alli se ha convertido en un inamovible del equipo dirigido por Gareth Southgate en la Copa del Mundo. Su potencia y velocidad lo tienen como uno de los jugadores más importantes de todo el plantel inglés, que este miércoles disputará una Semifinal después de 28 años, en busca de levantar su segundo título tras el lografo en casa en 1966.Medio Tiempo