Por: Enrique Aranda
Ocho días escasos antes de concluir el plazo para que, en el marco del actual periodo extraordinario, la Asamblea Legislativa capitalina debata y apruebe la mecánica de elección de los nuevos alcaldes-delegados y sus respectivos concejos en 2018, las cosas para el mancerismo oficialista representado ahí por perredistas afines a Leonel Luna Estrada y la bancada panista encabezada por el impresentable Jorge Romero Herrera parecen tender a complicarse…
Y ello, no como resultado del surgimiento de dificultades producto de un eventual dictamen de la Corte sobre alguna de las múltiples acciones promovidas, ahora sí que por tirios y troyanos, contra la aún no estrenada Constitución de la naciente Ciudad de México sino, fundamentalmente, por la pretensión de priistas y morenos de avanzar juntos en la aprobación de una Ley de Alcaldías ¡que, en la integración de los concejos, privilegie el voto ciudadano sobre la designación (de una mayoría) por parte de los alcaldes electos…!
Hablamos, para ponerlo en perspectiva, de la propuesta del aquellos que sugiere “que los concejales se elijan por voto directo y representen una circunscripción” y la del oficialismo controlado desde la jefatura de gobierno que aspira a que “el alcalde electo ocupe (designe vía la socorrida práctica del dedazo) el 60% de los espacios en la integración de los concejos”, una situación que abriría la puerta a que, por ejemplo, un alcalde electo con el voto de 25-30% del electorado acabe controlando dos tercios al menos, de las posiciones con derecho a voz y voto en la estructura que le acompañará durante su gestión de gobierno.
Apenas el viernes, en el marco un foro de información organizado por la Comisión Especial para la Reforma Política para dar a conocer las iniciativas de Ley de Alcaldías que se discuten ahora en la Asamblea, el presidente de la misma, el priista José Encarnación Alfaro Cázares, destacó la necesidad de empoderar a la ciudadanía en virtud de que, dijo, “la representación político-electoral sólo se obtiene mediante el ejercicio del voto directo de los ciudadanos…(pues) no son los partidos como tales los que asignan la representación, sino la población”.
A su postura se sumó después José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, del grupo parlamentario de Morena quien, en el marco de su exposición, destacó que “a mayor democracia, hay más participación ciudadana e índice de gobernabilidad”, además de exigir a quienes se oponen a la propuesta de elección de los concejales por circunscripción no dejar de lado la Constitución recién aprobada que, dijo, mandata “que la ciudad (de México) pertenece a sus habitantes”…
No sobra destacar que, en el mismo evento, el representante del Instituto Electoral capitalino, Pablo Lezama Barrero, confirmó que cualquiera de las dos iniciativas que ahora se discuten en la Asamblea es constitucionalmente viable… echando por tierra el argumento del mancerismo perredista-panista de que la propuesta planteada por priistas y morenos es contraria a la letra y el espíritu de la cuestionadísima Carta Magna.
Veremos…
ASTERISCOS
* En pocas cosas ha resultado más atinado Enrique Ochoa Reza, que en la descripción que ayer, en tierras nayaritas, hiciera de Antonio Toñito Echevarría, el no-panista y no-perrredista candidato ¡de ambos partidos! y de otros más a la gubernatura. Se niega a debatir, dijo el intrascendente mandamás del tricolor “porque no tiene ni ideas ni propuestas… es un junior con miedo” y, la verdad, no se equivocó…
* En el interior de la catedral metropolitana, en el sitio mismo donde el lunes fue artera y sacrílegamente agredido el sacerdote José Miguel Machorro Alcalá, jóvenes de organizaciones católicas orarán por la recuperación de aquel cuya condición, aunque de manera lenta, mejora… ¡mientras la justicia maniobra para exonerar al atacante!
Veámonos aquí mañana, con otro asunto De naturaleza política.
Twitter: @EnriqueAranda
Información Excelsior.com.mx