Las comisarías tienen que ser integradas a la ciudad en un solo proyecto de desarrollo justo y equitativo, en igualdad de oportunidades, sobre todo en trato y servicios para sus habitantes, sostuvo Víctor Caballero Durán, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la alcaldía de Mérida.
Mérida cuenta con un total de 47 comunidades circunvecinas, de las cuales 27 son comisarías y 20 más son consideradas subcomisarías, donde habitan másy de 51 mil pobladores que padecen de una serie de necesidades básicas que al día de hoy no han sido cubiertas, puntualizó.
En recorridos y encuentros con vecinos de dichas localidades, Caballero Durán escuchó informidades por la baja o nula capacidad de respuesta de las autoridades del Ayuntamiento de Mérida para atender peticiones como guarniciones, banquetas, pavimentación de calles, iluminación, bacheo y otros.
Con estas carencias, a lo que se suma la falta de atención a parques y otros espacios públicos y la construcción de pozos de absorción ante la próxima temporada de lluvias, es claro, afirmó, que la administración municipal está lejos de gobernar bajo el principio de igualdad de oportunidades.
“No podemos pensar en una Mérida para un grupo de habitantes y otra Mérida para otro sector. Si bien es cierto que cada comunidad cuenta con características propias, las necesidades básicas y condiciones de desarrollo son las mismas en toda la extensión de nuestra capital”, comentó.
Reconoció también quejas de los habitantes de las comisarías por las deficiencias en el servicio de transporte, en cuanto a la escasez de rutas y unidades, así como corridas después de las 19 horas, aspecto en el que, agregó, hay que trabajar con las autoridades del ramo.
“Estamos hablando de más de 51 mil meridanos que, como todos nosotros, merecen un trato digno y justo en sus demandas y necesidades. Tenemos que pensar en crecer hacia estos puntos. Y cuando digo crecer no me refiero sólo a crecimiento en obra pública, o infraestructura, sino en calidad de servicios”, señaló.
A lo anterior, hay que agregar la falta de oportunidades de desarrollo para dichas comunidades, donde es posible crear polos de inversión regional con generación de empleos e impulsar y fortalecer unidades productivas como huertos y talleres familiares.