MÉRIDA, Yucatán.- A pesar de que trató de aparentar que mató a su mujer en Plaza Fiesta a consecuencia de una enfermedad mental, Eduardo Enrique N fue determinado como una persona consciente de sus actos, de modo que el Juzgado Segundo de Control decretó la apertura a juicio.
El juez Luis Mugarte Guerrero turnó el caso al Tribunal de Juicio Oral, que en los próximos días debe fijar fecha para el desahogo de las pruebas de este feminicidio.
La audiencia intermedia se había pospuesto porque los abogados del acusado solicitaron que fuera sometido a exámenes médicos y psquiátricos, ya que argumentaron que tiene un padecimiento que lo convierte en un sujeto agresivo, y según ellos no es responsable de sus actos.
El juez Luis Mugarte Guerrero accedió a la petición de la defensa, pero los especialistas de salud mental, tras elaborar peritajes al acusado, con su dictamen contradijeron a los de la defensa y determinaron que el acusado está muy consciente de sus actos.
La tarde del viernes 23 de junio pasado, Eduardo Enrique, de 28 años, asesinó a su esposa Jessica Esmeralda, de 25 años, de una certera puñalada en el corazón, tras discutir en uno de los pasillos de Plaza Fiesta, porque la mujer se negó a reanudar su relación debido a que estaban separados desde hace tiempo y presuntamente la mujer ya tenía otra pareja.
El ahora imputado fue detenido, tan sólo nueve minutos después de ocurrido el crimen, por testigos y vigilantes de ese centro comercial, y lo entregaron a agentes de la Secretaría de Seguridad Pública. Eduardo Enrique N fue presentado ante el juez segundo de control, Luis Mugarte Guerrero, quien lo vinculó a proceso por el delito de feminicidio.
El juez también valoró que la detención fue hecha por testigos del crimen, quienes persiguieron al ahora imputado por los pasillos de ese centro comercial y fueron ayudados por vigilantes del establecimiento para someterlo.
“La ley prevé que cualquier persona puede efectuar la detención en flagrancia al autor de un hecho delictivo”.
Los fiscales solicitaron la imputación por el delito de feminicidio agravado y argumentaron que se trató de un crimen por razones de género, ya que hay antecedentes de que el acusado ejercía violencia física y psicológica en contra de su esposa y ahora víctima, que precisamente originaron su separación. Información Sipse.com