¿Destitución en el Sindicato de Pemex?

Al siguiente día de que circulara dicha información, integrantes de las 36 secciones del Sindicato de la empresa petrolera, lo destituyeron y avalaron su expulsión, en convención extraordinaria. Enseguida nombraron a Sergio Carlos Morales Quintana, quien encabeza el Frente Nacional Petrolero, como nuevo dirigente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM). Sin embargo, la propia área de comunicación del STPRM afirmó que el proceso fue ilegal, por lo que no tendrá efectos. Por lo pronto, la Secretaría del Trabajo deberá revisar el acta de la citada convención para saber si ésta se ratifica o se rechaza.

Integrantes del movimiento contra Deschamps le han acusado de administración fraudulenta de recursos. También han reiterado que el gobierno de AMLO no está detrás de las denuncias presentadas contra el líder gremial; subrayan que las ha impulsado la base trabajadora inconforme con el mal manejo de los casi 95 millones de pesos anuales que ha administrado el liderazgo sindical amparado en la cláusula 251.

Todo esto ocurre mientras la empresa petrolera se ha visto involucrada nuevamente en un huracán de cuestionamientos internacionales, tras la reciente presentación de su plan de negocios. La viabilidad de la empresa y de las propias finanzas nacionales depende de que dicho plan sea creíble. Por esta razón, el Presidente ha planteado la necesidad de rescatar y fortalecer a Pemex.

Lamentablemente, los apoyos del gobierno federal publicados para la petrolera mexicana fueron percibidos como insuficientes. Pese a que el mencionado plan considera aportaciones gubernamentales por un monto de 121 mil millones de pesos, así como una disminución en el pago directo de impuestos, las calificadoras internacionales consideraron que esto es “claramente insuficiente”. También han advertido que la inversión en la refinería de Dos Bocas es una “mala idea”.

Lo interesante es que en estas semanas, cuando también se renegocia el Contrato Colectivo con el sindicato petrolero, la coyuntura frente al liderazgo de Deschamps pareciera abrir un área de oportunidad para hacer cambios en lo laboral y repensar el plan de negocios.

Es la primera vez, en décadas, que un Presidente de la República podría no quedarse en simples ajustes de cuentas a líderes sindicales en el ámbito político, sino aprovechar el momento para modificar a fondo los costos que la carga laboral implica para la empresa productiva del Estado. En las últimas décadas, parte de los problemas de competitividad de la empresa se ha generado por la importante carga laboral que pesa sobre ella. Basta ejemplificar con que una refinería de Pemex requiere al menos tres veces más trabajadores que cualquiera otra del mundo para producir lo mismo.

Un análisis de los costos que hoy enfrenta Petróleos Mexicanos evidencia que casi el 6% de los ingresos de la paraestatal se pierde en lo que hoy representan “salarios y prestaciones” contenidas en el Contrato Colectivo de Trabajo. Gastos absurdos como 26 millones y medio de pesos “por concepto de ayuda para gastos derivados de los festejos relacionados con el desfile del 1° de Mayo”, o casi 15 millones “por concepto de ayuda para gastos derivados de los festejos relacionados con el Aniversario de la Expropiación Petrolera”, deben desaparecer.

La coyuntura sindical que hoy vive la empresa abre áreas de oportunidad en materia laboral, que pueden reorientarse para invertir en ámbitos estratégicos. Modificar inteligentemente el Contrato Colectivo de Trabajo puede proyectar frente a los mercados la intención de hacer mas eficiente a la empresa. Recordemos que buena parte de la viabilidad económica del país depende de lo que se haga en Pemex. Es una oportunidad que debemos aprovechar. Información Excelsior.com.mx