Por: Francisco Garfias
Miguel Barbosa se ganó a pulso su remoción de la Coordinación de la Fracción Parlamentaria del PRD en el Senado, una semana después de anunciar que apoya a López Obrador en el 2018. El poblano no sólo se quedó sin el cargo y sus generosas prerrogativas, sino que fue suspendido, también, de sus derechos como militante.
El removido coordinador de los senadores amarillos tiene cinco días para defenderse ante las instancias del partido, pero, a juzgar por sus declaraciones, se va a ir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación donde, asegura, “les gano el juicio en 48 días”.
Veremos…
En la coordinación del grupo queda, por el momento, Dolores Padierna. La esposa de René Bejarano parece tener amarrada la ratificación en el cargo. “Es parte del acuerdo”, nos dicen. Una mayoría calificada en el CEN —15 votos a favor, cinco en contra y dos abstenciones— resolvió sancionar a Barbosa y empujarlo hacia Morena, si es que el dueño de esa agrupación política lo acepta. Pero, hasta ahora, Andrés no le ha dedicado una palabra, una letra en Twitter.
En el PRD, el partido que lo llevó al escaño y a la coordinación, quedó como un vulgar oportunista. Con su salida gana Miguel Mancera, a quien Barbosa acusa de operar su destitución; Héctor Serrano muestra su mano dura, Alejandra Barrales le cumple a su jefe real; y los aliancistas Chuchos y Galileos se salen con la suya.
Ayer mismo Barbosa salió que con el choro de que la declaración de apoyar a Andrés es una posición política que significa el arranque de un debate interno para que el PRD respalde a quien ha sido su principal crítico. ¿Se le habrá olvidado que su candidato presidencial declaró públicamente que “con el PRD ni a la esquina”? Es pregunta.
El hombre jura que no se aferra a ningún cargo o militancia, pero que tampoco se irá “cuando lo quieren los enemigos de López Obrador dentro y fuera del partido”.
Ya vimos que sí se va contra su voluntad. Dudamos que el TEPJF, donde hay magistrados que Miguel ayudó a prorrogar su mandato, pueda reinstalarlo en la coordinación del grupo parlamentario.
El legislador poblano parece que basará su defensa en el argumento de que no le dieron derecho de audiencia. En el PRD nos dicen que el senador es miembro del CEN y que se le notificó sobre la reunión de anoche. Juran que Barbosa sabía que el punto de su remoción y suspensión de derechos estaba en la convocatoria que se le sometió, pero lo niega tajante.
Por cierto que sigue la cargada en favor de Andrés Manuel. “¡Como en los viejos tiempos! Desde chamaco no veía una cosa así”, nos dijo, espontáneo, Jaime Cárdenas, exconsejero del IFE, exdiputado federal, obradorista de corazón, militante de Morena.
Por todos lados se suman apoyos al tabasqueño. No sólo políticos, sino empresarios como Alfonso Romo y Esteban Moctezuma; legisladores y hasta un exgobernador del PRI, el tlaxcalteca José Antonio Álvarez Lima, con quien López Obrador inició su carrera política. El fenómeno no cesa de ampliarse. Ayer fueron las senadoras del PRD Iris Vianey y Luz María Beristain las que anunciaron su adhesión al tabasqueño. Anteriormente lo hicieron Lorena Cuéllar, Mario Delgado, Zoé Robledo y el propio Barbosa.
El que parece que comienza a recuperar la congruencia es Armando Ríos Piter. Ya no formará parte de los seis senadores que renunciaron al PRD, pero se quedaron en el grupo para seguir cobrando por ocupar una presidencia de Comisión (200 mil pesos) o una secretaria (100 mil pesos).
El legislador de Guerrero ya se dio cuenta de que no vale la pena sacrificar prestigio e imagen a cambio de dinero.
Armando preside la Comisión de Población y Desarrollo.
Ríos Piter negó, por otra parte, ser integrante de un “bloque progresista” que estaría coordinando desde el extranjero por Marcelo Ebrard. “Le tengo gran respeto. Fue un buen jefe de Gobierno. Pero no estoy en ningún proyecto con él”, aseguró.
Lo que quiere el senador es organizar a los candidatos independientes al Senado, a la Cámara de Diputados y a la Presidencia de la República que vayan a contender en el 2018. Para eso está en el proyecto “Hola Independiente”.
Los consejeros del INE Arturo Sánchez, Javier Santiago Castillo y Beatriz Galindo concluyen su gestión el próximo 4 de abril. Se registraron un total de 152 aspirantes para ocupar las tres vacantes. Van por nueve años en el Consejo General del instituto.
Hay varios aspirantes que son de los llamados Oples (Organismos Públicos Locales) y de tribunales electorales en funciones. La grilla está a todo lo que da. El sospechosismo en todo su esplendor. ¿Cuántos llegarán al instituto por el pago de favores hechos a partidos y candidatos? Es una de las preguntas recurrentes.
Por lo pronto, ya hay presiones para que ni los aspirantes en funciones provenientes de los Oples ni los de los tribunales sean considerados por el Comité Técnico de Evaluación formado por integrantes de la Cámara de Diputados, la CNDH y el Inai. “Todos deben terminar sus encargos antes de aspirar al INE”, argumentan.
Y es que en el caso de los magistrados electorales, la regla está puesta a nivel federal. Dos años de veda al concluir el encargo, para no incurrir en conflictos de interés.
El Bronco y Ernesto Ruffo se reunieron la tarde de ayer en la Brasserie Lipp del hotel Marriott. No hace falta mucha imaginación para deducir que el tema de la plática fue la elección presidencial. Los dos quieren, pero están lejos… muy lejos.
Fuente: Excelsior.com.mx