La hepatitis B y C y la obesidad, podrían estar aumentando la incidencia de cáncer de hígado (cáncer del hepatocarcinoma), la enfermedad más silenciosa de este órgano del cuerpo.
Enrique Wolpert, presidente del Comité Científico de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (FundHepa), dijo en entrevista que este tipo de cáncer se puede prevenir con acciones como la vacunación contra la hepatitis B, un examen de detección de hepatitis C, teniendo una alimentación equilibrada y moderando el consumo de alcohol y tabaco.
En México cada año se registran seis mil 300 nuevos casos de esta enfermedad, y fallecen seis mil 68 pacientes en el mismo periodo, en su mayoría mujeres, siendo esta un padecimiento altamente letal.
“La diabetes y la obesidad son dos enfermedades que también son factores de riesgo importantes para el desarrollo del cáncer de hígado. La incidencia de hepatocarcinoma, como se denomina, puede estar aumentando posiblemente debido al impacto de la epidemia de hepatitis C y la obesidad”, resaltó.
En el marco del Día de la Salud Hepática, FundHepa y la Asociación Mexicana de Lucha Contra el Cáncer (AMLCC), señalaron que estudios internacionales revelan que después de diagnosticada la enfermedad, la sobrevida a cinco años sin un tratamiento adecuado, es menor a 5 por ciento.
También, que las enfermedades crónicas inflamatorias como la hepatitis B o C representan entre 90 y 95 por ciento de probabilidad para desarrollar cáncer de hígado, en tanto que la cirrosis tiene 80 por ciento de posibilidad para causar este tipo de tumor maligno.
La obesidad lleva a tener hígado graso no alcohólico y, posteriormente, puede causar cirrosis y cáncer de hígado. Se registra hígado graso por alcohol.
Los pacientes se enfrentan muchas veces a la exclusión de un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado, debido a que la enfermedad se estigmatiza, enmarcándola como el resultado de hábitos no saludables, particularmente de alcoholismo. Preciso que muchos casos de cirrosis, pueden evolucionar a cáncer, y se debe a la hepatitis C.
En etapas iniciales los pacientes se tratan con cirugía y en etapa intermedia reciben tratamiento farmacológico de primera línea, pero en etapa avanzada generalmente no se les da terapia.
Después de 20 años, actualmente se cuenta con una terapia de segunda línea para pacientes en etapa avanzada que mejora su calidad de vida. Información noticiasmvs.com