Grupo especial de la SSP detiene a 2 por unas esposas
Agentes del Grupo Especial de Operaciones Tácticas (GEOT) de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) realizaron ayer a las 4 p. m. una fuerte operación en las comisarías de Santa Cruz Palomeque y Dzununcán, al sur de Mérida, en busca de un supuesto ladrón, pero terminaron deteniendo a dos personas que “perdieron unas esposas”.
Todo comenzó cuando una mujer, vecina de la primera comisaría, llamó al 9-1-1 para decir que cuando llegaba a su casa se percató de que una persona salía de su domicilio cargada con unas bocinas y otros objetos de valor.
La mujer informó que el sujeto abordó un mototaxi y se fue en él rumbo a Dzununcán, por lo que la policía montó una operación de búsqueda en esa comisaría.
En el camino se encontró con un mototaxi, el cual se detuvo en la calle 24 entre 19 y 21, donde los agentes del GEOT de inmediato detuvieron al mototaxista.
Ahí comenzó un primer zafarrancho, pues familiares del mototaxista, entre ellos su mujer, salieron a defender al hombre, identificado como Jorge González, a quien los agentes lograron ponerle en una mano “esposas” de metal o “ganchos”.
En tanto, otro de los agentes, dijo la señora Noemí Cetz Aké, esposa del mototaxista, la tiró al suelo y con el puño cerrado la golpeó en el rostro, y después con su arma de cargo le apuntó en la cabeza y le dijo que si no se tranquilizaba la iba a detener.
De inmediato, personas de la comunidad se acercaron al lugar y ayudaron al mototaxista, metieron su unidad a una casa y liberaron al hombre. Los policías y un hombre de nombre Carlos Cetz Celis, líder de los mototaxistas, llegaron a un “acuerdo”.
Comenzaron a platicar y los policías le pidieron a Cetz Celis y a Jorge González que fueran a donde el segundo dejó al presunto ladrón.
Sin embargo, los llevaron a una calle sin salida, a un monte en Santa Cruz Palomeque, a donde llegó la prensa. Enojados, los policías agredieron a tres reporteros y se dio un segundo zafarrancho. Los agentes fuertemente armados abordaron sus camionetas y se fueron al periférico de Mérida.
Ahí trataron de pactar con la familia para que ésta les entregara el mototaxi a cambio de Jorge; al no tener respuesta, los policías regresaron a Carlos Cetz, el otro detenido, al lugar del primer zafarrancho, para que hablara con la familia y pudieran llegar a un acuerdo.
Pero la familia se opuso y los agentes permanecieron en la puerta de la casa esperando a que les entregaran el mototaxi o, dijo un agente, “que nos den las esposas”.
Y es que durante la gresca a Jorge se le cayeron las esposas que uno de los policías le colocó en la muñeca y como no pudieron detenerlos por robo, terminaron llevándose a las dos personas mencionadas para que llegaran a un acuerdo con la policía por el pago de las esposas que se extraviaron. Información Diario de Yucatán