Por Adrián Rueda
Tras cinco días de estira y afloja, la oposición doblegó a la jefa de Gobierno y a su partido para obligarla a presentarse en el Congreso de la Ciudad de México e informar a los diputados sobre el estado que guarda su administración.
Los morenos se habían resistido —con argumentos irrisorios— a que Claudia Sheinbaum rindiera de manera presencial su Tercer Informe de Gobierno, aduciendo que por el peligro de contagios de covid era mejor que sólo lo entregara por escrito.
Esos argumentos chocaban con declaraciones de la propia gobernante, que recién había asegurado que la pandemia estaba bajo control y que los casos iban a la baja, aunque ayer se reportaron más de mil muertes en un solo día en el país.
De cualquier forma, se permitirá la apertura de antros, espectáculos públicos; el Gran Premio de México de la Fórmula Uno y hasta la realización del Maratón de la Ciudad de México, al que llegan personas de todo el mundo.
Por esa razón, los diputados del PRI, PAN, PRD y el único del MC se aferraron a que Sheinbaum estuviera presente en Donceles y aclarara los temas importantes para los capitalinos.
En realidad, Morena y su gobierno se negaban, pues tenían miedo a que, si la funcionaria se presentaba en el Congreso, los diputados de oposición le echaran a perder la fiesta con algún escándalo o abucheo.
Pero se juntó una serie de factores que hicieron cambiar de opinión a los moradores del Antiguo Ayuntamiento, como la buena calificación que algunas encuestas le dan a Claudia, así como el espaldarazo del Presidente en la mañanera.
Por eso la tarde de ayer Martí Batres intensificó las llamadas a los coordinadores de los grupos parlamentarios, a fin de acordar un formato de comparecencia flexible, que no incomodara a su jefa.
Tras las pláticas, acordaron que, a pesar de haber declarado a la CDMX “en naranja casi verde”, la entrada al recinto legislativo fuera restringida sólo a diputados, periodistas, equipo técnico y unos cuantos invitados especiales.
Con eso los morenos garantizan que ninguno de sus adversarios caiga en la tentación de acarrear simpatizantes que le pudieran hacer pasar un mal rato a la jefa de Gobierno.
También influyó —desde luego— que con la apertura a negociar una distribución más equilibrada de comisiones VIP en Donceles, la alianza opositora se mostrara más consciente de que no hay ninguna necesidad de sombrerazos.
A ver si el viernes los diputados blanquiazules siguen tan gallitos como en sus arrebatos de la última semana, o doblan el pico.
Como quiera, haiga sido como haiga sido, la alianza opositora dobló a Claudia.
centavitos… Pero no sólo la alianza, pues luego de las críticas a su intención de colocar una cabeza olmeca en lugar de la estatua de Cristóbal Colón en Paseo de la Reforma, la jefa de Gobierno tuvo que recular, pues si bien su idea tenía cabeza, no tenía pies. La ciudadanía estaba indignada porque Claudia actuaba como si fuera la dueña del espacio público y de la historia. Incluso una famosa liberaría difundió memes invitando a leer más, para no creer que cambiando monumentos se cambia la historia. Su equipo organizó una colecta (cuac) de firmas en busca del respaldo de colectivos indígenas, aunque algunas mujeres presentadas como sus representantes aclararon que en realidad eran profesoras de universidades de la capital. Si bien es un tema del espacio público de la CDMX, se pretende hacer una colecta de firmas para validar una visión miope de la historia de México. Información Excelsior.com.mx