MIAMI.
El presidente estadunidense, Donald Trump, declaró ayer el fin del acuerdo unilateral de su predecesor Barack Obama hacia Cuba, prohibió hacer negocios con los militares en la isla y prometió apoyar al pueblo cubano en su lucha contra su “brutal” gobierno.
“A partir de ahora, estoy cancelando completamente el acuerdo unilateral con Cuba”, dijo Trump en un pequeño teatro en la Pequeña Habana de Miami, al anunciar al exilio cubano sus modificaciones en la política de Washington hacia La Habana.
“No queremos que los dólares estadunidenses vayan a parar a un monopolio militar que explota y abusa a los ciudadanos de Cuba (…) y no levantaremos las sanciones hasta que se liberen los presos políticos”, prometió Trump.
Principalmente, la nueva política impide cualquier transacción financiera con el Grupo de Administración de Empresas (GAESA), un holding estatal cubano que de acuerdo con Washington beneficia directamente a altos jefes de las Fuerzas Armadas.
Trump también fijó medidas más estrictas para controlar que los estadunidenses que viajen a la isla lo hagan, en efecto, en el marco de las 12 categorías ya implementadas por Obama, ninguna de las cuales incluye el turismo.
Pero las relaciones diplomáticas se mantienen y los cubanos conservan su derecho de viajar y enviar remesas.
Esta nueva política no revierte en los hechos el acercamiento iniciado por Washington y La Habana en diciembre de 2014, sino que endurece sus términos.
Trump ganó las elecciones en gran parte gracias al voto de los floridanos, en el que tuvo un papel crucial el apoyo de los cubanoestadunidenses.
El endurecimiento de la restricción a los viajes fue criticado por el embajador de Cuba en Washington.
“Ya es oficial: éstos son los nuevo enemigos de la política exterior estadunidense. Cuídense!”, escribió José Ramón Cabañas en Twitter.
El mandatario no eliminará los vuelos comercialesdirectos de Estados Unidos a Cuba o los cruceros, pero su política más restrictiva parece desalentar que se establezcan nuevos vínculos económicos.
El gobierno, según un funcionario de la Casa Blanca, no tiene la intención de “interrumpir” los negocios existentes, como uno cerrado bajo el gobierno de Obama por Starwood HotelsInc, propiedad de Marriott International Inc, para administrar un histórico hotel en La Habana.
Mientras tanto, el gobierno de México exhortó a Cuba y a EU a solucionar sus diferencias por la vía del diálogo y el respeto.
“El gobierno de México reitera su amistad y solidaridad al pueblo cubano, y la voluntad de seguir trabajando con el gobierno de Cuba en los muchos temas de interés común”, agregó.
Las nuevas reglas de la era Trump
Trump no restaurará la política de “pies secos/pies mojados”, que durante más de 20 años otorgó un trato preferencial a cubanos.
Los cambios no entrarán en vigor hasta que los Departamentos del Tesoro y Comercio ajusten sus regulaciones sobre la materia, un proceso que deben iniciar en menos de 30 días.
El secretario de Estado publicará una lista de entidades relacionadas con el Ejército cubano, con las que no podrán realizar transacciones las empresas de EU.
Excepciones a la prohibición: operaciones gubernamentales, que incluyen a la base naval de Guantánamo; las operaciones por aire y mar de viaje, carga o comercio; y las ventas de productos agrícolas y médicos a Cuba.
Están exentas las transacciones para enviar, procesar y recibir remesas; adquirir visados permitidos; los programas de apoyo a la democracia en la isla y de expansión de telecomunicaciones e internet; y todas las operaciones para los intereses de seguridad nacional o de política exterior de EU.
Los ciudadanos de EU que deseen viajar a Cuba bajo una de las 12 categorías autorizadas por ley, tendrán que hacerlo acompañados en todo momento por un representante de una empresa patrocinadora de EU.
Los viajes individuales para abrir contactos con el pueblo cubano quedarán prohibidos.
Aplicación estricta de la normativa que pide a todos los que viajen a Cuba guardar durante 5 años todos los recibos y documentos de transacciones relacionadas con su visita.
El secretario del Tesoro federal, realizará regularmente auditorías de los viajes a Cuba.
El Departamento del Tesoro ampliará ligeramente la lista de funcionarios cubanos con los que EU y ciudadanos norteamericanos no pueden hacer negocios bajo ninguna circunstancia.
Deberán entregar, en un plazo de tiempo no especificado, un informe a Trump en el que evalúe si el gobierno cubano ha hecho avances democráticos.
En un plazo de 90 días el Fiscal General tendrá que emitir un informe al presidente Trump sobre los fugitivos de la justicia que se cree que viven en Cuba. Información Excelsior.com.mx