El exgobernador Javier Duarte aceptó su extradición a México el martes ante un tribunal de Guatemala para enfrentar cargos como defraudación al herario público, entre otros delitos.
Dijo sonriente que las acusaciones en su contra son falsas, vagas, imprecisas e irrisorias. Cordial, con un rostro relajado y con barba, el ex mandatario veracruzano afirmó que las acusaciones son de cuando el ya no era gobernador.
Su entrega se aplaza hasta que sea resuelto este procedimiento pendiente en los tribunales guatemaltecos.
Duarte, acusado de uno de los escándalos más grandes de México, fue detenido en Guatemala el 16 de abril en un hotel de Panajachel, un pueblo turístico a orillas del lago Atitlán, tras más de cinco meses de búsqueda durante los cuales habría permanecido en distintos puntos del país centroamericano.
“Acepto la extradición que el gobierno de la administración actual está haciéndome en torno a este caso”, dijo Duarte durante una audiencia pública.
El exgobernador, quien dirigió entre 2010 y 2016 el estado petrolero de Veracruz por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) -al que pertenece el presidente Enrique Peña Nieto-, está acusado de desvíos millonarios de fondos públicos, tanto federales como estatales.
Con información de noticiasmvs.com