Aunque puede parecer cómico al principio, compartir la cama con una persona que ronca mucho no solo interrumpe tu sueño, lo que resulta que estés cansado y de mal humor al día siguiente; este mal hábito de tu pareja también puede afectar tu salud a largo plazo.
De acuerdo a un estudio publicado por investigadores de la Queen’s University, en Canadá, cuatro parejas fueron evaluadas para determinar los efectos de los ronquidos tanto en los roncadores como en sus cónyuges.
Los investigadores concluyeron que el efecto del sonido de los ronquidos no afecta tanto a quienes roncan, ya que el cerebro de estos amortigua las interrupciones respiratorias durante el sueño.
Sin embargo, los cuatro cónyuges sufrieron las consecuencias, especialmente en el oído que estuvo más expuesto a los ronquidos. El daño fue equivalente a haber dormido durante 15 años con una máquina industrial.
Además de la problemas de oído, la presión arterial también puede verse afectada, tal como fue señalado por una investigación del Imperial College of Science de Londres, el cual evaluó el estrés de las personas que viven cerca de varios aeropuertos europeos.
¿Qué tiene que ver esto con los ronquidos? Pues bien, los investigadores descubrieron que con cualquier sonido de más de 35 decibelios, al estar expuestos durante el sueño, mayor es el riesgo de padecer hipertensión. Los ronquidos pueden alcanzar los 80 decibelios.
Más preocupante aún es que el estudio anotó que el cuerpo siempre reaccionaba de la misma manera, independientemente de si el paciente se despertaba con el ruido o no. Cabe destacar que la hipertensión puede conducir a otras enfermedades, como problemas renales, demencia y enfermedades cardíacas.
En efecto, otros estudios han señalado que la falta de sueño resulta en problemas de salud derivados de la pérdida de sueño, horas que son vitales para que el cuerpo se recupere y cumpla funciones biológicas, como la consolidación de la memoria y la regulación del metabolismo.
Los cónyuges de personas con apnea del sueño tienden a despertarse casi tantas veces como las parejas que roncan, evitando que se completen las fases del sueño y afectando los mecanismos biológicos involucrados en ese proceso.
Una persona que no descansa lo suficiente es propensa a cometer más errores, pensar lentamente y reducir su productividad. La interrupción del sueño también puede ser la chispa que provoca el deterioro de la relación de la pareja.
También se ha descubierto que la falta de sueño es un factor de riesgo para la ansiedad y la depresión. Y, más allá de sus consecuencias psicológicas, también aumenta las posibilidades de desarrollar obesidad o sufrir un derrame cerebral.Información Noticieros Televisa