Por Eduardo Ruiz-Healy
En todo conflicto, tanto entre naciones como entre personas, siempre hay dos versiones de la realidad.
Desde que Rusia invadió a Ucrania, el 24 de febrero pasado, la versión que ha prevalecido en nuestro país, que por razones geográficas pertenece al mundo occidental, es la de los países que conforman a la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN), que apoyan a Ucrania con armamentos y recursos económicos y materiales.
Ayer, el dictador ruso Vladimir Putin dio su versión en un discurso que ha trascendido las fronteras de su país debido a las amenazas nada veladas que lanzó contra los países de occidente que califica como los enemigos de Rusia.
Habló de la guerra y sus causas, anunció una movilización parcial que integrará a 300 000 rusos a las fuerzas armadas y amenazó con utilizar armas nucleares en caso de ser necesario.
Repitió lo que muchas veces ha dicho, que el objetivo de algunos países de Occidente “es debilitar, dividir y finalmente destruir Rusia”, para fragmentarlo “en numerosas regiones que estarían en disputa mortal entre sí”.
Justificó su decisión de invadir a Ucrania porque “iniciar una operación militar preventiva era necesaria y la única opción” y que el único objetivo que persigue es liberar todo Dombás, la región que incluye las autoproclamadas repúblicas populares de Lugansk y Donetsk. Aseguró que la primera “ha sido liberada de los neonazis casi por completo” y que continúan los combates en la segunda.
Según él, después del inicio de su invasión, Ucrania quería la paz pero Occidente le “ordenó a Kiev” que no llegara a ningún acuerdo.
Luego anunció “una movilización parcial” que comenzó ayer mismo y que “llamará a los reservistas militares, principalmente aquellos que sirvieron en las fuerzas armadas”.
Según él, “algunos representantes de alto rango de los principales países de la OTAN” han hablado “sobre la posibilidad y la admisibilidad del uso de armas de destrucción masiva –armas nucleares– contra Rusia.
Luego amenazó: “nuestro país también tiene diferentes tipos de armas, y algunas de ellas son más modernas que las armas que tienen los países de la OTAN. En caso de amenaza a la integridad territorial de nuestro país y para defender a Rusia y a nuestro pueblo, sin duda haremos uso de todos los sistemas de armas a nuestro alcance. Aquellos que están usando el chantaje nuclear contra nosotros deben saber que los vientos pueden dar la vuelta”.
El discurso fue criticado ampliamente alrededor del mundo y en Nueva York, donde muchos gobernantes que asisten a la asamblea general de la ONU se pronunciaron contra la invasión de Ucrania. En Pekín un portavoz del gobierno chino no apoyó a su aliado y pidió un “alto al fuego a través del diálogo y la consulta”.
En Roma, el papa Francisco dijo que solo pensar en usar armas nucleares es una locura.
Curiosamente, el discurso de Putin pasó a segundo plano después de que la Reserva Federal aumentara sus tasas de interés en 0.75 puntos porcentuales por tercera vez consecutiva, lo que presagia una mayor desaceleración de la economía de EEUU y el mundo.
Las palabras del ruso seguramente son analizadas y evaluadas en Bruselas y Washington.
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Información Radio Fórmula