Por Chismecito Político
Pobre de Jaime Rodríguez “El Bronco”… quedó solo y abandonado por su partido político. Porque pudo dejar de militar en el PRI, pero nunca se lo pudo quitar del ADN. Así como el vaquero que puede dejar el Viejo Oeste, pero el Viejo Oeste nunca lo dejará a él.
Todos sabemos, aunque no lo digamos explícitamente, que la única razón por la que el ex gobernador de Nuevo León se postuló como candidato a la presidencia de la República fue para tratar de restarle votos a Andrés Manuel López Obrador. Esa fue su estrategia desde el primer día.
Para ello, “El Bronco” recibió apoyo logístico (y quizá económico) del Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuyo candidato oficial, José Antonio Meade, nunca levantó en las encuestas, para lograr obtener la candidatura independiente al Poder Ejecutivo. Basta recordar que una investigación realizada por el periodista Rafael Cabrera (el mismo de la Casa Blanca de Peña Nieto) halló que militantes del tricolor ayudaron al neoleonés a recolectar las firmas requeridas por el Instituto Nacional Electoral (INE).
Durante su campaña independiente, el ex gobernador recibió transferencias millonarias a través de un esquema de triangulación de recursos en el que se usaron empresas fantasmas y diversas personas físicas y morales. Además, usó “granjas” o “maquiladoras” de firmas falsas, las cuales estaban en distintos domicilios sospechosos, incluido un edificio de la Secretaría de Educación de Colima… entidad gobernada por el PRI en ese entonces.
“El Bronco” nunca fue independiente. Siempre fue un hombre de partido… aunque no militara oficialmente en él. Como gobernador se portó como priista, actuó como priista, gobernó como priista y se rodeó de priista.
Si actúa, habla y se comporta como priista… es porque es priista. Aunque diga lo contrario.
Su campaña independiente en Nuevo León, a final de cuentas, fue consecuencia de pleitos internos y de diferencias con la administración de Rodrigo Medina, a quien metió a la cárcel… por pocas horas.
Como candidato presidencial independiente, tuvo única chamba: tratar de detener a López Obrador.
“Las mentiras de AMLO”…. “Los mantienes con tus imouestos”, son algunos de los mensajes que Rodríguez colocó en sus cuentas durante su campaña electoral.
Cuatro años después… AMLO es presidente. Samuel es gobernador. Jaime Rodríguez es un prisionero… y no hay nadie que lo defienda. Ni siquiera su propio partido, que nunca dejó de ser parte de él… porque aunque el político se vista de independiente, político se queda.
Información Radio Fórmula