El campo magnético de la Tierra está cambiando rápidamente y lo científicos están intrigados porque no saben la causa.
La Tierra funciona como un imán gigante, con un polo positivo y uno negativo. Esto se debe a su inmenso núcleo de metal líquido. Es por ello que nuestro planeta cuenta con un campo magnético o magnetosfera, de suma importancia para la vida terrestre.
“Es el campo magnético que nos protege de las partículas que vienen de fuera, especialmente del viento solar”, explicó el geólogo Ricardo Ferreira Trindade, investigador del Instituto de Astronomía y Geofísica de la Universidad de São Paulo (USP).
El campo magnético se modifica constantemente, el Polo Norte cambia de posición dentro de cierto límite, aunque la dirección de su movimiento es imprevisible, la velocidad con la que se desplaza es constante. Actualmente el norte magnético se desplaza de Canadá a Siberia. Sin embargo, lo que actualmente llama la atención de los expertos es que, en los últimos diez años, la magnetosfera ha “variado a una velocidad mucho mayor de lo que variaba antiguamente”, dice el investigador de USP.
Ante este cambio, los científicos se ven obligados a modificar el modelo magnético mundial, un mapa en 4D que describe el campo magnético en el espacio y el tiempo.
Dicho modelo es clave para ciertas tecnologías, tales como los controles de ruta de los buques e incluso los mapas de Google.
La versión más reciente es del 2015, sin embargo para el 30 de enero de 2019 el modelo deberá ser actualizado, debido a los cambios de la magnetosfera. Además, por si fuera poco, un pulso magnético en Sudáfrica, acontecido en el 2016 también modificó la situación e hizo el modelo presente aún menos preciso hasta el punto de que podría provoca graves errores de navegación, de acuerdo con la revista Nature.
Es posible que líquido metálico por debajo de la corteza terrestre en Canadá esté debilitando su campo magnético, lo que tiene como consecuencia que el Polo Norte se desplace hacia Siberia.
La actual configuración del campo magnético tiene 700 mil años, sin embargo es posible que ésta cambie durante los próximos mil años, advierte Marcia Ernesto, investigadora del Instituto de Astronomía y Geofísica de la Universidad de São Paulo (USP).
“Puede ser que (la aceleración en los cambios en el campo) signifique que está caminando hacia una inversión, pero no hay certeza, puede ser que sea sólo una aceleración momentánea”, dice la científica.
Con información de BBC