California.- El Chapo Guzmán, que debe ser condenado a cadena perpetua tras un histórico juicio en Estados Unidos, de niño subsistía vendiendo naranjas, dulces y refrescos.
A los 54 años, el Chapo ingresó a la lista Forbes de multimillonarios y, en el trayecto, construyó su propio mito.
Tras dos fugas de película de cárceles mexicanas y tres capturas no menos espectaculares, el famoso narcotraficante fue extraditado a Estados Unidos en enero de 2017 y desde entonces ha estado en aislamiento presidiario casi total.
El gobierno estadounidense pidió que el “despiadado” capo sea condenado a cadena perpetua más 30 años de cárcel por traficar cientos de toneladas de drogas a Estados Unidos durante un cuarto de siglo. La sentencia se conocerá el miércoles.
El Chapo nació el 4 de abril de 1957 en el rancho La Tuna, del municipio de Badiraguato, en Sinaloa, una árida región del noroeste de México conocida en el mundo por su gran producción de marihuana, amapola y recientemente fentanilo.
En ese estado, afectado por la incesante violencia, la historia de Joaquín Guzmán Loera, quien sólo estudió hasta tercero de primaria, es inspiradora para los jóvenes, y se resume como la forma en que una persona pobre puede ser respetada y tener dinero.
Guzmán tenía 15 años cuando entró al negocio de las drogas y tres años después partió a Culiacán, capital de Sinaloa, y de ahí a la segunda ciudad en importancia del país: Guadalajara, donde se unió al cártel de Miguel Angel Félix Gallardo, el primer zar mexicano de la cocaína.
Tras la captura de Gallardo, Guzmán se convirtió en parte de la segunda generación de líderes del cártel de Sinaloa, fundado en la década de 1960 y considerado el primer cartel trasnacional de México.
En la época de oro del capo colombiano Pablo Escobar, Guzmán fue enviado a contactar a narcotraficantes del país sudamericano, donde tejió alianzas privilegiadas para proveerse de cocaína y exportarla principalmente a Estados Unidos.
Para 1989 el Chapo ya era un jugador importante en el mercado de estupefacientes.
En 1990 fue detectado el primer túnel fronterizo construido en Douglas, Arizona, por Jesús Corona Verbera, a quien Guzmán llamaba “El Arquitecto” y que en 2003 fue condenado a prisión en Estados Unidos. Pero el capo siguió la técnica.
La caída del narco más buscado
Su leyenda ha sido alimentada por “narcocorridos” que relatan sus hazañas, y en 2011 fue incluido en la lista de las mayores fortunas del mundo de la revista Forbes, con más de 11.000 millones de dólares.
Dos años después, la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) y la Comisión Anticrimen de Chicago, lo nombraron enemigo público número uno de la ciudad y lo compararon con Al Capone.
La caída del capo que llegó a ser el fugitivo más buscado del mundo, comenzó el 22 de febrero de 2014, cuando fue aprehendido mientras estaba con Emma Coronel y sus gemelas en un apartamento del balneario Mazatlán (Sinaloa).
Su estancia en la cárcel fue breve antes del segundo escape, pero su ego lo traicionó y contactó a la actriz mexicana Kate del Castillo y al actor estadounidense Sean Penn para que grabaran su biografía.
Eso, según autoridades mexicanas, llevó a su localización y última detención en enero 2016. Información debate.com.mx