El Clásico Nacional como termómetro del futbol mexicano

Por Raúl Orvañanos

Chivas llegaba al partido más importante del semestre con la intención de recuperar el camino perdido a raíz de las últimas derrotas sufridas en liga que le sacaron de la posición de líder que logró en las primeras tres jornadas, el Clásico le serviría para despejar las dudas y volver a posicionarse como un equipo sólido con la intención de repetir y mejorar el papel que desempeñó el semestre pasado, en el que llegó hasta una final, que terminaría perdiendo, pero mostrando durante todo el Clausura que serían un equipo, que había trazado sus metas a largo plazo, pero que alcanzó resultados rápidamente. En el inicio del Apertura 2023 el equipo de Guadalajara subió como la espuma en sus primeros tres encuentros, ganando y anotando dos o más goles en cada uno, lo que mantenía la ilusión de la afición para ser el equipo que marcara el paso dentro del torneo. Pero después de la pausa que tuvo el Apertura para dar tiempo a Leagues Cup, Chivas empezó a descender, tanto en ritmo como en posiciones después de solo un triunfo en cinco encuentros, por tres derrotas en el mismo lapso. Algo inexplicable sucede en el seno del Rebaño, dejó de ser el equipo compacto en el que había una buena coordinación entre líneas, los jugadores que tuvieron un peso específico y un gran desempeño el semestre anterior, hoy han visto reducidas sus participaciones en la alineación titular; Víctor Guzmán, que había sido la contratación más importante en el Clausura 2023, que además respondía en la cancha, a pesar de jugar en posiciones que no eran las naturales para él, hoy no se entiende su ausencia en las alineaciones.

América es casi el caso contrario; el equipo de Coapa sufrió una reestructuración en la idea de juego a partir del cambio en el banquillo técnico, muchos aficionados no vieron con buenos ojos la nueva propuesta del conjunto y se criticó aireadamente las nuevas formas que llegaron con Jardine, pero el conjunto azulcrema solo perdió un partido en el torneo y desde esa derrota frente a Juárez no volvió a caer en la liga local. Algunos empates siguieron sembrando dudas en el entorno americanista, pero los resultados llegaron y las dudas comienzan a desaparecer. Los dos triunfos en los Clásicos jugados hasta ahora, contra Cruz Azul y Chivas, han calmado las críticas, que parecieron apresuradas sobre un proyecto que empezaba. A diferencia del acérrimo rival, desde el banquillo águila se echa mano de todo el arsenal que hay a su disposición; América tiene un plantel basto, se ha logrado una competencia interna en la que, aquel elemento que espera en la banca, aprovecha al máximo su oportunidad para mostrarse aportando una jugada acertada hasta anotaciones, el cuadro titular luce un entendimiento que se va puliendo con cada juego y que ha resultado en seis partidos consecutivos sin derrota; con el partido pendiente de la Jornada 2 contra Querétaro, que se jugará este miércoles, América tiene la oportunidad de colocarse como líder general de la competencia.

En el entorno de Pumas hay una efervescencia suscitada a partir de las buenas actuaciones de César Huerta, el joven jugador regresó al equipo universitario a las convocatorias de la Selección Nacional, en la que, en los dos partidos jugados, tuvo una presentación aceptable; el primero con la anotación que empataba el marcador frente a Australia, aunque frente a Uzbekistán no tuvo el mismo impacto, Huerta tendrá que ser consistente en su actuar para seguir siendo determinante, tanto en Pumas como en la Selección. El conjunto del pedregal de la Ciudad de México ha tenido un torneo intermitente y tiene como tarea consolidarse, sobre todo en Ciudad Universitaria; el mayor trabajo está en la defensa central que cambió por completo en referencia del semestre anterior y que le ha costado trabajo coordinarse para recibir una menor cantidad de goles. La victoria frente a Atlético San Luis, Líder general, dio un impulso desde el que Mohamed podrá trabajar sin tanta presión. Pumas tiene un plantel robusto, sobre todo en el ataque, que incluye las variantes que en torneos anteriores le había faltado.

Resulta incómodo hablar del arbitraje cuando es una parte del fútbol que no debe ser el protagonista de los encuentros, pero es imposible pasar por alto los errores que se sucedieron en la más reciente fecha; se sigue tomando demasiado tiempo en revisar jugadas que son casi evidentes a primera vista, hay errores en el procedimiento de los partidos que resultan determinantes para el marcador final; expulsiones inentendibles y disparidad de criterios al juzgar jugadas similares en distintos partidos, solo nos dicen que hace falta mucho trabajo para cumplir el objetivo del actual titular de la comisión de arbitraje que desea tener el mejor arbitraje del mundo. Con actuaciones en general cuestionables de árbitros con experiencia se ve muy complicado que las nuevas generaciones de nazarenos puedan levantar el

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