Por Adrián Rueda
Aunque formalmente se constituyó en las pasadas elecciones, la alianza entre PAN, PRI y PRD para la Ciudad de México tiene sus antecedentes en la última legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Si bien en ese tiempo no se visualizaba que Morena los arrasaría en 2018, los tres partidos entendían la necesidad de unir fuerzas, pues en su primera participación oficial como partido, la hoy 4-T les había ganado la mayoría en Donceles y su movimiento iba creciendo.
Si bien hablaron de una candidatura común para la Jefatura de Gobierno en ese tiempo, el PRI recibió instrucciones superiores de abanderar a Mikel Arriola, hoy flamante directivo de la Liga Mexicana de Futbol.
El llamado Por la CDMX al Frente —encabezado por Alejandra Barrales— contó con la participación del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano. Es conocida la historia de la barrida que Morena les puso, con Claudia Sheinbaum al frente.
Esa derrota sacudió las estructuras de la oposición, que hizo cambios en sus dirigencias locales para intentar sobrevivir a la debacle.
Mucho del éxito opositor en las recientes elecciones se dio por una combinación de factores: las malas administraciones de los gobiernos de Morena, y el que los nuevos dirigentes de esos tres partidos eran viejos conocidos.
Casualmente Nora Arias, del PRD; Andrés Atayde, del PAN, e Israel Betanzos, del PRI, fueron compañeros en esa última legislatura de la ALDF, donde lograron establecer muy buena relación.
Desde luego que eso facilitó el camino para llevar a feliz término la alianza opositora, que propinó el más fuerte revés a la izquierda desde que en 1997 llegó a la capital con Cuauhtémoc Cárdenas.
También en esa época coincidieron Jorge Romero —líder de facto del panismo local—, y Leonel Luna Estrada, quien presidió la Comisión de Gobierno durante los tres años de la legislatura.
Casualmente en ese equipo de exlegisladores locales cayó el peso de las negociaciones para concretar la alianza, sin descontar que Adrián Rubalcava y Luis Gerardo Quijano —ambos alcaldes electos de Cuajimalpa y Magdalena Contreras, respectivamente—, eran diputados del PRI.
Y para rematar, aunque no coincidieron con todos en la última ALDF, de 2009 a 2012 Lía Limón, Mauricio Tabe y Giovani Gutiérrez, hoy alcaldes electos en Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo y Coyoacán, respectivamente, sí fueron compañeros de Luna Estrada.
Lo mismo ocurrió con Rocío Barrera, candidata en Venustiano Carranza que no pudo ganar en junio pasado.
Por eso es que Luna Estrada pudo trascender como articulador en la alianza que finalmente alcanzó el triunfo en la CDMX, mismo que ya no pudo ver el exdelegado en Álvaro Obregón, quien perdió la vida en un accidente automovilístico el 14 de marzo pasado.
Debido a esas coincidencias, más de uno piensa que la alianza capitalina en realidad se forjó en el Club de Toby —y una Lulú— desde la última ALDF.
CENTAVITOS
Ahora resulta que el Proyecto Vallejo-I, uno de los más ambiciosos del gobierno capitalino en el norte de la ciudad, cambió sus reglas con la derrota de Morena del pasado seis de junio. Hasta antes de esa fecha fatídica para la 4-T, el alcalde Vidal Llerenas era pieza fundamental del proyecto, como vigilante de los intereses vecinales. Todo cambió con el triunfo del PAN, y de buenas a primeras Margarita Saldaña, alcaldesa electa, ya no será requerida en ese proyecto. Claudia dice que es mera coincidencia, porque el cambio ya se había decidido antes del fracaso moreno. Ajá. Información Excelsior.com.mx