Federico Azul/ Yucatán al Instante
KINCHIL, Yuc., 29 de junio 2024.- El pasado jueves se vivió una escena afligida que debe quedar para el olvido y que deja sin palabras hasta el más rígido corazón en pleno 2024.
Resulta que una noche antes don Chelín perdió a su hermano Gregorio Chac y Yam (a) “Yuri” por causas naturales en su predio donde vivían ambos ahí por la calle 18.
Chelín, recibió tal vez el pésame de sus “amigos” y conocidos vecinos esa misma jornada por la irreparable pérdida de su hermano, por el cual estuvo al tanto y cuidado en sus últimos años antes de partir de este mundo.
Así llego el jueves por la tarde, Chelín, posiblemente justificando de que sus cuates no se hayan enterado del deceso de su carnal, el servicio funerario emprendió la marcha para darle cristiana sepultura a su pariente de sangre al fondo de la calle 20.
Conforme avanzaba las cuadras, rumbo al camposanto general, otro en su lugar, se hubiera quebrado en llanto, desmayado o que se yo, trepado a la carroza.
Chelín, con una veladora en cada mano y con el alma hecha pedazos comenzó a caminar con la mirada pérdida como preguntando en esos instantes ¿Y los amigos de parranda o familia donde acabaron?
Hasta llegar al cementerio, donde en medio de un silencio profundo, los empleados de la funeraria acompañaron para darle el último adiós a su hermano mayor, con un duro nudo en la garganta. Sin faltar la única rezadora doña Dulce, dando sus últimas plegarias.
Descanse en paz el ‘bro’ de Chelín…