Por: Francisco Garfias
La irritación está a tope en lo que queda de la bancada del PRD en el Senado. Hay molestia —y mucha— con Emilio Gamboa Patrón.
Dicen que el coordinador del PRI en el Senado actúa “al lado” del destituido Miguel Barbosa, como pago a los votos que éste le consiguió para que se aprobaran las reformas estructurales de Enrique Peña Nieto: Reforma Hacendaria, retraso del apagón analógico, entre otras.
“Gamboa se siente tan comprometido con Barbosa que no ha respetado la ley, ni el reglamento del Senado, ni los acuerdos pactados”, nos dijo la fuente perredista.
Y es que aun cuando ya no es coordinador, Barbosa se aferra a la presidencia del Instituto Belisario Domínguez (IBD).
La presidencia, sin embargo, debe ser ocupada por la perredista Dolores Padierna, que es la coordinadora de la tercera fuerza política con registro.
Es cierto que el senador poblano está informalmente al frente de un “bloque legislativo” independiente —los once senadores que renunciaron al PRD, contra ocho que siguen en el grupo— pero esa figura no existe en el reglamento del Senado.
No pueden constituirse formalmente en un grupo parlamentario y tener acceso a las prerrogativas. Tendrían que sumarse a la bancada del PT —seis miembros—, que coordina Manuel Bartlett.
“Barbosa le ha cobrado muy caro esos votos a Barbosa. Lo sostiene en “La Cueva”, como acá se le conoce al Instituto Belisario Domínguez.
“Barbosa utiliza este instituto, que es una mina de oro, para comprar senadores, para pasar dinero a campañas, para comprar lealtades.
“Y Gamboa hace como que no sabe; deja pasar el tiempo para que se acabe el periodo de sesiones y ya no se pueda reunir la Junta de Coordinación Política”, puntualizó la fuente.
La única forma en la que los “independientes” pudieran ocupar la presidencia del IBD sería adhiriendo a la bancada del PT. La cosa es que el coordinador de ese grupo es Manuel Bartlett, quien no es facilito.
El propio Bartlett nos dijo que el PT está abierto a recibir a los doce senadores que se salieron del GPPRD y que quieran apoyar la causa de Andrés Manuel López Obrador. Pero nos hizo una necesaria aclaración: “Nos reservamos el derecho de admisión, porque hay algunos…”.
El coordinador de los senadores del PT fue testigo de la reunión que los doce desertores del PRD tuvieron con el presidente de Morena, el pasado lunes. “Le hicieron saber que están con él”, subrayó.
Y más: “Están aquí por Andrés Manuel. Teníamos una alianza, pero se atravesó el Pacto por México”.
Después de la captura, en San Diego, Estados Unidos, del narcofiscal nayarita, Édgar Veytia, por tráfico de drogas, el senador Pablo Escudero salió con su genial propuesta: investigar a todos los fiscales y procuradores que tengan vínculos con la delincuencia organizada.
“No hay que equivocarse. No hay que usar esto con fines políticos. Hay que hacer una revisión y darnos cuenta en dónde están infiltrados”, dijo el presidente de la Mesa Directiva del Senado.
Lo curioso aquí es que este tipo de iniciativas sólo se da cuando deja en ridículo a los órganos de inteligencia mexicanos y a las autoridades federales.
A Veytia, quien hasta corrido tiene, lo agarraron los gringos por su doble nacionalidad. Eso les permitió echarle guante después de una minuciosa investigación. Su caso va en serio. Ya le negaron la fianza en San Diego, donde lo agarraron, y se lo van a llevar a Nueva York, para que le haga compañía a El Chapo.
El ascenso de José Narro Robles no sólo preocupa y molesta a los conservadores de la vieja guardia del PRI, que nomás no entienden que con dinosaurios como candidatos presidenciales el otrora partidazo se convertirá muy pronto en una espacie en extinción.
El secretario de Salud se ve diferente. Conecta diferente. Lo respetan los diferentes.
Ya hizo incluso que López Obrador levantara la ceja. El moreno mayor dejó a un lado el respeto que ha caracterizado el trato que le da al exrector de la UNAM, y lo bautizó como “matraquero del PRI”.
¿Por qué será?
Nos contactaron de Banorte después de los señalamientos, aquí publicados, del senador pro-Morena, Mario Delgado, sobre el involucramiento electoral del grupo financiero en favor del candidato del PRI en el Edomex, Alfredo del Mazo.
Querían dejar bien clarito que ellos no reparten tarjetas para programas sociales por instrucciones de nadie. “No tenemos nada que ver con eso, ni queremos estar en las campañas”, nos dijo una fuente del grupo financiero.
Otra fuente precisó que su responsabilidad es emitir las tarjetas (medios de pago) y entregarlas a la entidad contratante —en ese caso el gobierno del Edomex— la cual se encarga de fondearlas y distribuirlas.
La contratación y emisión de la tarjeta, a la que hace referencia Delgado, data de 2014 y cumple estrictamente con el marco normativo de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
El producto para proveer este servicio (una tarjeta de pago) inició en 2011 en otras entidades de la República y apoya en este momento 32 programas vigentes en municipios o entidades con gobiernos de distinta filiación política.
Arturo Zamora es respetado y apreciado de izquierda a derecha. Quedó demostrado ayer en las intervenciones de sus excompañeros senadores para despedirlo.
El ahora senador jalisciense se va a dedicar de tiempo completo a la tarea que le fue asignada: revitalizar el sector popular del PRI.
Información Excelsior.com.mx