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Por: Ana Laura Ibarra Alonso, médico pediatra
Cédula profesional: 6446624-9975825
Citas al: 9993- 70-02-38 ó 9 20-27-18
Mérida, Yucatán a 03 de enero. Después de las fiestas navideñas, los regalos y las posadas, los padres se enfrentan al tan temido regreso a la escuela, los niños parece que se olvidan de las rutinas: dormirse temprano, bañarse cuando deben, y sobre todo… ¡levantarse!
Las vacaciones navideñas parecen darles un respiro a la mayoría de los niños y jóvenes que se han dedicado a estudiar arduamente durante el primer semestre escolar, sin embargo, se acostumbran rápidamente a levantarse tarde, acostarse más tarde aún y sobre todo a no hacer nada más que estrenar sus nuevos juguetes o ver televisión durante horas.
Con la premura del regreso a clases a tan solo unos días, aquí les dejo algunos consejos para que este -no- tan deseado día para muchos niños sea más sencillo y que las mañanas no sean “batallas campales” entre sus hijos y ustedes…
- Al mal paso, darle prisa
Los niños se acostumbran rápidamente a las rutinas, es por esto que después de una semana de vacaciones se levantan tarde, pierden el interés por actividades educativas y prefieren pasar más tiempo jugando; hay niños que prefieren dormir siestas cada vez más largas y después ¡no pegar el ojo por las noches..!, por eso es aconsejable que unos días antes de iniciar el ciclo escolar, empiecen a introducir las rutinas cotidianas en la vida de sus hijos: despiértenlos temprano, preparen juntos el desayuno, prográmenle un tiempo de lectura o de repaso a los temas que más le cuestan en la escuela, también incluyan las rutinas de aseo (como el baño y el cepillarse los dientes), para que sea más fácil que su cuerpo y su cerebro se programen.. verán que con el paso de los días sus niños ya no estarán a las 11:00 de la noche rogando que los dejen ver la película o peleando por el baño.
- Ponte en sus zapatos
Para muchos niños el regreso a clases es un evento emocionante, no pueden esperar a contarle a su mejor amigo/a lo que le regalaron en navidad, en algunas escuelas incluso permiten que lleven sus juguetes o se organiza la típica actividad de “platícanos tus vacaciones”, sin embargo para otros niños, el volver a la escuela puede producir extrema ansiedad y angustia; cualquiera que sea el caso de sus hijos, les aconsejo que unos días antes se sienten a platicar sobre las expectativas de sus niños, ya sea que les pregunten si están emocionados por regresar o si les preocupa algo al volver a clases, si hay alguien que los moleste o que se sientan incómodos con algún maestro/a. También pueden platicarles sus propias experiencias de cuando eran niños y lo que sentían al volver a clases, recuerden que la comunicación constante y abierta con ellos, -independientemente de su edad-, siempre será la mejor herramienta que tenemos los adultos para ayudarlos a desarrollarse al máximo y a identificar algún problema, si por algún motivo detectan algún dato de alarma (pánico, crisis de ansiedad, terrores nocturnos, mojar la cama), no duden en consultar a un experto.
- Padre prevenido, vale por dos
Tomando en cuenta que la primavera inicia hasta marzo, recuerden que durante el invierno, las infecciones respiratorias (ya sean por virus o bacterias), aumentan en esta temporada y si a eso le sumamos que al regresar a la escuela o a la guardería sus hijos estarán en contacto con muchos más niños, ¡puede volverse un problema!, por este motivo chequen bien la cartilla de vacunación de sus pequeños, sobre todo que tenga actualizadas sus vacunas o refuerzos de neumococo y de influenza (tan comunes en esta época del año); si la cartilla está completa, lo de menos es aumentar la ingesta de líquidos y ofrecer una dieta rica en frutas y verduras para ¡fortalecer sus defensas!, incluyan manzanas, guayabas, naranjas y en esta temporada encontramos mandarinas, aprovechen para ofrecerles estas variedades e incluirlos en su lonchera.
- Los niños aprenden lo que viven
Dado que por lo general todos los integrantes de la familia nos acostumbramos a las vacaciones, la mejor forma de que los niños empiecen a acostumbrarse nuevamente al ritmo escolar es que ustedes como padres también se involucren: si por las mañanas el niño se despierta y sus padres siguen en la cama, perderá la motivación y volverá a su cama, si por las noches todos ven la televisión hasta tarde, no querrá irse a dormir temprano; lo mejor es que todos los miembros de la familia reinicien sus actividades cotidianas, traten de desayunar juntos, -si así lo hacen regularmente-, si sus hijos tienen el hábito de leer, apaguen la tele y lean un rato antes de acostarse, si usualmente tienen actividades vespertinas, -como hacer algún deporte-, traten de dedicarle el mismo tiempo a alguna actividad física. Recuerden que los niños aprenden lo que viven y sus padres siempre serán su ejemplo.
- De la vista, nace el amor
Y finalmente, sería genial que el lunes cuando sus hijos estén a mitad del recreo, encontraran una notita de ¡buen día!, dentro de sus loncheras, esto generará un refuerzo positivo y los motivará para no ver -tan mal- su regreso a la escuela.
