CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El canciller Luis Videgaray Caso anunció que cuando concluya el sexenio de Enrique Peña Nieto, el próximo 1 de diciembre, se retirará de la vida pública e iniciará “una etapa diferente, lejos de la política y el servicio público”.
En conferencia de prensa con los corresponsales mexicanos radicados en Madrid –donde se encuentra en gira de trabajo–, el priista reconoció que el gobierno actual no tuvo los “resultados esperados” en materia de seguridad pública y violencia, y aceptó, en un gesto de “autocrítica”, la derrota del PRI en las pasadas elecciones.
Videgaray, a quien Peña Nieto nombró en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en enero de 2017, dos semanas antes de que Donald Trump rindiera protesta como presidente de Estados Unidos, probablemente regresará a la vida privada, de donde salió cuando Peña, al asumir la gubernatura del Estado de México, lo nombró secretario de Finanzas.
Entre 1998 y 2005, Videgaray fungió como director de finanzas públicas en la empresa Protego –ahora Evercore–, fundada por su mentor Pedro Aspe Armella, secretario de Hacienda durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
Al frente de dicha dirección y a partir de 2002, Videgaray trabajó para reestructurar la deuda de la entidad mediante la emisión de certificados bursátiles, respaldados por el Impuesto Estatal sobre Nómina. Ello sucedió durante el gobierno de Arturo Montiel Rojas, en el que Peña Nieto se desempeñaba como secretario de Administración.
Cuando Peña ascendió como gobernador del Estado de México, nombró a Videgaray en la Secretaría de Finanzas. Ahí, el priista contrató a Protego para gestionar créditos multimillonarios y financiar obras públicas, como el Hospital de Alta Especialidad de Zumpango, construido por Grupo Higa, del empresario tamaulipeco Juan Armando Hinojosa Cantú, según lo documentó la periodista Sandra Rodríguez Nieto en el portal SinEmbargo.
En 2009, después de cuatro años en la Secretaría de Finanzas mexiquense, Videgaray fue electo diputado federal, donde presidió la Comisión de Presupuesto. Ahí se le señaló por negociar y condicionar la entrega de recursos a los estados, a través de obras que aprobaba la bancada del PRI y en vistas de la elección presidencial de 2012, de la que fue coordinador.
En octubre de ese año –y a dos meses de que Peña Nieto tomara posesión como presidente–, Videgaray compró a Hinojosa Cantú una casa en el municipio mexiquense de Malinalco por 7.5 millones de pesos, mediante un crédito que le otorgó la propia empresa del tamaulipeco, como lo reveló dos años después The Wall Street Journal.
El escándalo sobre la casa de Malinalco estalló a los pocos meses de revelarse la existencia de la llamada Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, también construida y financiada por Hinojosa Cantú. Videgaray encabezaba entonces la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y no pudo esclarecer las dudas sobre su mansión mexiquense.
Al frente de la SHCP implementó las reformas energética, de telecomunicaciones y fiscal, pero no cumplió con sus promesas de alcanzar niveles de crecimiento superiores al 3%.
Durante su paso por la dependencia se sirvió de su amistad con Jared Kushner, yerno de Trump, para organizar la polémica visita del magnate a México el 31 de agosto de 2016, mientras éste arremetía regularmente contra el país en su campaña a la presidencia de Estados Unidos. La visita desató una lluvia de críticas sobre Videgaray, quien renunció a la SHCP semanas después.
El 4 de enero de 2017, cuando se hizo público su nombramiento como canciller, surgió una polémica cuando el propio Videgaray reconoció que no conocía la institución, no era diplomático, y añadió: “Se los digo de corazón y con humildad: vengo a aprender de ustedes”. Información Proceso.com.mx