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Felipe Calderón desata, nuevamente, la furia de Andrés Manuel; rompe la discreción y pretende darle clases de democracia, precisamente cuando su pésima política de seguridad ha quedado exhibida en el juicio a Genaro García Luna, dicho sea de paso.
Como sea, el expresidente lanza un exhorto a la ciudadanía para despertar y organizarse con miras a la resurrección política de la oposición a fin de frenar lo que llama “una dictadura populista, corrupta, incompetente y autoritaria”.
Si bien reconoce que existe una anemia crónica de liderazgos y que los partidos opositores pueden ser indeseables, cuyos liderazgos solo están interesados en representarse a ellos mismos, deja en claro que son la única opción legal, de resistencia democrática, para postular candidatos en alianza, mediante elecciones primarias, como única posibilidad real de enfrentar a Morena.
Calderón propone conformar comités ciudadanos de campaña como única vía para contrarrestar a la maquinaria electoral del partido en el poder, impulsada por la polarización y el populismo.
Razones y sinrazones aparte, desde su escondite madrileño, Calderón receta un mal e indigesto comienzo de semana al mandamás de Palacio, semana que terminará peor, cuando este domingo se lleve a cabo la concentración ciudadana en defensa del voto y la democracia, organizada por quienes el presidente López considera racistas y clasistas, que pretenden el regreso de los rateros. Información Radio Fórmula