El inicio de un torneo repetitivo

Por Raúl Orvañanos

Comenzó el futbol mexicano después de una larga espera, el 30 de octubre se jugó la final en la que Pachuca culminaba una de las goleadas más escandalosas en esta instancia, para coronarse en un torneo casi relámpago que tuvo que comprimirse para poder dar cabida al Mundial, fuera de fecha, de Catar. Dos meses después, de manera incompleta y casi ofreciendo lo mismo de siempre inició, este pasado fin de semana, el Clausura 2023. En el torneo inmediato después de la Copa del Mundo, se podría mostrar la convicción de los clubes por mostrar un futbol más revolucionado, con ganas de algún tipo de revancha deportiva que contraste con el mal sabor de boca y la mala impresión que dejó el equipo que representa el balompié nacional. Pero el Clausura no empezó detonando ningún tipo de cambio que sacuda la realidad de los equipos locales y su futbol, el nuevo torneo sigue siendo un espacio cómodo en el que no se tendrá que competir para evitar el descenso y en que más de la mitad de los conjuntos que participan pueden aspirar al campeonato, aun calificando en el lugar 12.

La primera jornada no parece determinante de cómo será el resto de la competencia, conociendo la volatilidad del torneo mexicano, no podemos esperar que los pocos ganadores de su primer encuentro se mantendrán por las 16 jornadas en la posición que hasta ahora han logrado con sus victorias. Un poco más de la cuarta parte del total de participantes de la fecha uno, alcanzaron el triunfo, tomando en cuanta que dos de los encuentros programados no se llevaron a cabo; en Mazatlán, no había condiciones que garantizarán la seguridad de los aficionados del futbol, tras lo hechos violentos que se suscitaron a raíz de la captura del capo de una organización criminal; una decisión acertada, que elimina riesgos contra la población. En contraste, el partido entre Atlas y Toluca se pospuso debido a las malas condiciones en las que se encuentra la cancha del Estadio Jalisco, consecuencia de un concierto que dejó el césped del campo rojinegro hecho casi un lodazal; cuando la Federación pone como pretexto, impedimento y exigencia a los equipos que pretenden ascender, un estadio y campo de juego que vayan acordes a la categoría a la que pretenden acceder, en Primera División, con la mano en la cintura, sin mayores consecuencias, se permite la cancelación de un partido por el mal estado de la cancha.

Pachuca, el campeón vigente, resulta el equipo más congruente del inicio de la campaña; goleó sin piedad alguna a un Puebla que se tambalea en la reestructuración y que echará de menos a su anterior técnico, con quien tuvo torneos destacables. El equipo hidalguense se plantea con un primer paso firme, asegurar los lugares de calificación directa poniendo una diferencia importante de goles de por medio sobres sus perseguidores. Tigres dio un importante triunfo como visitante sobre Santos; Diego Cocca inició con el pie derecho su nueva aventura como técnico del equipo felino, que despojó, con billetes, al conjunto lagunero de su mejor jugador en varios torneos; Gorriarán es un jugador que se cotizó para el deseo de varios clubes, pero fue la institución de Nuevo León la que convenció al jugador uruguayo de vestir sus colores con la promesa, muy posible, de llegar a lugares más trascendentes en el campeonato mexicano. Atlético San Luis también logró una victoria como visitante sobre Necaxa; el equipo potosino sigue en la idea de la continuidad con Soares Jardine y los resultados serán tangibles si continua esta constancia en su juego y decisiones.

Pumas y Chivas salieron victoriosos de sus respectivos encuentros; el triunfo del rebaño destaca por haber sido en el complicado territorio de Monterrey, equipo que parece seguir restringido por un sistema táctico medroso, a pesar de su gran plantel. El conjunto de la UNAM, parecía que naufragaba en su primer compromiso como local y con nuevo entrenador, pero logró una remontada que termina siendo un resulta que ayuda ala constante evaluación que tendrá su cuerpo técnico para extender su permanencia en el club.

La primera fecha del nuevo torneo mexicano no parece ofrece un panorama radicalmente distinto a lo que ya se conoce; sigue siendo permisivo y una zona de confort para los equipos que participan en este. Con clubes que repetirán, sin sorpresa, como protagonistas y otros que seguirán navegando en aguas que les aseguran la imposibilidad de naufragar, a pesar de sus malas actuaciones. Si esperábamos una sacudida importante del futbol mexicano después del Mundial de Catar, parece que esta no llegará pronto, habrá que seguir esperando a que se cumplan los 60 días de plazo para la presentación de un informe de selecciones que tampoco asegura la sacudida que necesita nuestro futbol. Información Radio Fórmula