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El mentiroso discurso oficial sobre la “verdad histórica”

Por Francisco Garfias

Oficialmente, ya no hay “verdad histórica”, pero lo que ocurre se le parece mucho. El hallazgo de los restos del normalista Christian Rodríguez Telumbre, en Cocula, Guerrero, fuera del Río Santiago, sin incinerar, no es el inicio de una nueva investigación.

Tampoco derrumba todo lo que en ese entonces el procurador Jesús Murillo Karam llamó “verdad histórica” de la barbarie de Iguala, como afirma el discurso oficial.

Para tumbar esa verdad se necesita mucho más que los restos sin quemar de un normalista.

A Christian lo encontraron en el municipio de Cocula, a 800 metros del basurero donde, según Murillo, masacraron a “algunos” de los normalistas de Ayotzinapa.

Sus restos fueron enviados a los laboratorios de Innsbruck, Austria, para su identificación. En diciembre del 2014, allí mismo, identificaron las cenizas de otro normalista, Alexander Mora. Por aquel entonces, Murillo dio dos conferencias de prensa. El 7 de noviembre de 2014 —la del “ya me cansé”— y la del 27 de enero del 2015, donde habló de la “verdad histórica”.

Dijo entonces: “Estoy seguro que en el basurero de Cocula hubo una masacre de personas. Tengo la suposición, por las declaraciones en la reconstrucción de los hechos, que el basurero de Cocula era un lugar al que llevaban a las víctimas a cremar. Quizá allí hubo la incineración de algunos de los muchachos”.

Nótese que habló de “algunos muchachos”. Nunca de los 43. Murillo siempre sostuvo que habían incinerado a alrededor de 17. Es, aproximadamente, el número de “quemados vivos” de los que habló el padre Solalinde, a partir del testimonio de dos personas. Lo declaró a la agencia Novosti, en octubre del 2014.

Sorprende, entonces, la alharaca que hace Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, al decir que el hallazgo marca el inicio de una nueva ruta en la investigación y derrumba la mal llamada verdad histórica. Todavía quedan 40 normalistas sin aparecer. Si le restamos los 17 que habrían sido incinerados, quedan 23 por encontrar.

Parece una tarea imposible, pero Encinas algo tiene que sacar para justificar su triunfalista discurso.

*Ya está el Presidente en Washington. Cumplió con el protocolo. Se hizo la prueba y por primera vez usó cubrebocas durante el vuelo con escala en Atlanta.

Hoy, al mediodía, tendrá su primera reunión con Trump para tratar, entre otros, la entrada en vigor del T-MEC.

Pero también para platicar sobre la candidatura de Jesús Seade a la dirección de la OMC, y de la cooperación entre ambos países para enfrentar el covid-19, según un oficio de la Secretaría de Gobernación enviado al Senado.

* El viaje a Washington levantó polvo aquí y en Estados Unidos. Se realiza en pleno proceso electoral en aquel país. En México se ha dicho que López Obrador no fue invitado, sino que fue convocado por el presidente gringo que más ha agredido a nuestro país, el que construye el muro y se jacta de ello.

Los expertos dicen, además, que no se tuvo el cuidado de tomar en cuenta a Joe Biden, candidato demócrata que supera a Trump en las encuestas por 11 puntos.

Ya hubo una carta del Caucus Hispano Demócrata en el Congreso, en la que le pidieron a Trump, sin éxito, cancelar la visita, por considerar que es un intento por politizar la relación México-Estados Unidos.

* Ya que estamos. Nos enteramos ayer de que hubo un caso semejante en 1992. George Bush padre se quería reelegir. Iba contra Bill Clinton. Al entonces canciller Fernando Solana le preocupaba que la “caballada mexicana” se fuera con todo a favor de Bush padre.

Comentó esta preocupación con su equipo. Dos meses antes de las elecciones presidenciales, México envió a Arkansas, donde estaba el cuartel general de Clinton, una especie de “embajador alterno”, cuya única misión era, exclusivamente, la de estrechar lazos con el equipo del candidato demócrata.

Ese hombre era Enrique Michel, un diplomático de carrera de muy buen nivel, que cumplió al pie de la letra la encomienda. Cuando Clinton ganó la elección, el “embajador alterno” había construido el andamiaje para operar. La relación con el demócrata fue muy fluida.

No sabemos si Marcelo Ebrard haya pensado en mandar a alguien a Filadelfia, donde Biden tiene su cuartel general, pero lo que en su tiempo hizo Solana, no es mala idea.

Hay tiempo. Faltan más de tres meses para la elección presidencial.

* Hay noticias en MVS. Felipe Chao es el nuevo vicepresidente de Noticias y de Relaciones Institucionales. Antes sólo se ocupaba de lo segundo. Ahora tendrá a su cargo la parte informativa. Enhorabuena por el nombramiento. Información Excelsior.com.mx

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