Por Eduardo Ruiz-Healy
“Yo sostengo que vamos a crecer este año seis por ciento, ese es mi pronóstico, ese es mi dato”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador el 25 de noviembre del año pasado cuando todos los datos indicaban que esa meta no se lograría ni de milagro. A final de cuentas, el PIB creció 4.8% en 2021.
Y pese a que nada indicaba que ese 6% se alcanzaría en los próximos años, Andrés Manuel nuevamente demostró ser un optimista compulsivo cuando, el 2 de enero pasado, durante su conferencia de prensa se aventuró a decir que “Estamos creciendo, ¿este año? Cinco por ciento para que se enojen, los expertos y los especialistas nos están dando cuando mucho 2.5 y yo planteo cinco. Tengo información y además soy optimista, quiero que nos vaya bien. ¡Imagínense un gobernante pesimista! No, cinco y de una vez les digo: cinco para el 23 y cinco para el 24”. (Curiosamente, ni el video ni la transcripción de la conferencia de prensa aparecía ayer en el sitio lopezobrador.org.mx/2022/02/02/seguiremos-progresando-con-justicia-en-el-pais-conferencia-de-prensa-matutina-miercoles-02-de-febrero-2022. ¿Falló ayer el servidor o prefirieron retirar la constancia de tan audaz afirmación?)
Dijo el presidente que tenía información y, como suele acostumbrar, no explicó de dónde la obtuvo. Dijo que es optimista y quiere que “nos vaya bien” a todos, pero el optimismo infundado no es más que un sueño feliz y el que quiera que nos vaya bien es un deseo que todos compartimos con él, aunque hay quienes nos basamos en la realidad para reconocer que tan factible es que este se logre.
Ese día AMLO mostró una vez más el desprecio que siente hacia los que dominan áreas del conocimiento que él no entiende o cree entender, cuando pronosticó “Cinco por ciento para que se enojen, los expertos y los especialistas nos están dando cuando mucho 2.5…”.
Para empezar, una experta que no creo que se enojó al escuchar la optimista afirmación presidencial, es la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, quien seis días después, el 8 de enero, lo contradijo al decir que “Cuando aprobaron el presupuesto, Hacienda planteaba un 4%; esto fue antes de ómicron. Ahorita nosotros estimamos que pudiésemos estar entre un 2.5% y un 2.6%”. Sobre el 5% que anunció su jefe se limitó a decir que creía que “el presidente está apostando a que ocurrirán cosas positivas”. O sea, ¿el de México es un jefe de estado que, además de optimista, es apostador?
Desde febrero a la fecha han ocurrido eventos dentro y fuera de México que permiten asegurar que pese al optimismo presidencial el 5% no se alcanzará este año ni en los dos y tal vez muchos más que le sigan.
¿Cuáles son los pronósticos más recientes sobre el crecimiento del PIB este año? Aquí algunos de ellos:
Moodys: 1.1%, BBVA: 1.2%; Goldman Sachs: 1.4; Trading Economics: 1.6%; Banxico: 1.6 a 3.2%; Encuesta de Banxico entre especialistas: 1.72%; Capital Economics: 1.8%; Encuesta Citibanamex entre especialistas: 1.8%; S&P Global: 1.87%; Fitch: 2.0%; Banco Mundial: 2.2%; OCDE: 2.4; FMI: 2.8%; SHCP: 3.4%; AMLO: 5.0%.
2022 acabara siendo un mal año para los mexicanos y el PIB tal vez crezca 2%. De acuerdo con los analistas y especialistas, que no se enojan, 2023 y 2024 tampoco serán mucho mejores.
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