Por
La Selección Mexicana logró su primer triunfo en su regreso a la actividad después de la bochornosa eliminación en Copa América en el pasado junio; el equipo, ahora y por tercera vez, dirigido por Javier Aguirre tuvo una tarde sencilla dentro del campo el pasado domingo al vencer tres goles a cero a su similar de Nueva Zelanda, si bien en la cancha hubo gozo por volver a la victoria, fue la grada la que más hizo sufrir al equipo mexicano y a los promotores que llevan a Estados Unidos los partidos del Tri, con la promesa de una lluvia de billetes verdes que, a partir de últimas fechas, se empieza a secar. Los paisanos a los que la nostalgia hacía llenar estadios donde se presentara la Selección, castigaron, en este primer partido del tercer periodo de Aguirre, al equipo que no respondió a las expectativas en la pasada Copa América, las tribunas del Rose Bowl, estadio que normalmente registraba entradas abundantes, este sábado pasado, no lució ni al cincuenta por ciento de su capacidad, en una clara postura de los aficionados mexicanos residentes del otro lado de la frontera Norte, que ya no se sienten atraídos por partidos que no responden a las expectativas de un rival de jerarquía para tener una preparación con cierto nivel de exigencia de cara al Mundial 2026.
Los triunfos ayudan a la recuperación de seguridad y el regreso de confianza, sin duda, sobre todo dentro del campo de juego; el ánimo del equipo mexicano resultó muy golpeado después de la eliminación temprana, en fase de grupos, en el torneo continental. La victoria del primer partido del nuevo cuerpo técnico ayudará a recuperar un poco de lo perdido, aún siendo contra un rival que exigió poco en los 90 minutos de juego, los triunfos siempre sirven para levantar el ánimo, junto con la gran figura motivadora que es el propio Aguirre, el cuadro mexicano cuenta con tiempo para seguir levantando el prestigio que lleva arrastrando desde Catar 2026. Porque una Copa Oro no es suficiente para que el fútbol nacional recupere sus credenciales y tablas. En Javier Aguirre se confía, no solo para inyectar motivación e ideas del fútbol que llevaron al estratega a recorrer el mundo, y varios equipos de la liga española, también se espera de él que pueda suavizar las relaciones con el entorno periodístico y la afición con sus simpáticas conferencias de prensa.
El partido en Pasadena California, contra Nueva Zelanda, sirve como preparación para enfrentar a un rival que ha crecido en la zona de CONCACAF; Canadá será un sinodal con mayor apego a la realidad del equipo mexicano, en sus últimos dos enfrentamientos la Selección Mexicana no consiguió un solo triunfo, un empate y una derrota son los más recientes resultados contra el conjunto de la hoja de maple, los dos encuentros correspondieron a las eliminatorias rumbo a Catar 2022. Este martes se volverán a enfrentar en un partido con carácter de amistoso, pero en el que ambos equipos necesitan la victoria para asegurar un paso firme que los lleve a un 2025 con mayor tranquilidad y mejor preparación, ante un Mundial en el que las dos selecciones serán anfitrionas de algunos partidos.
El fútbol mexicano necesita de manera urgente recuperar la credibilidad que ha ido disminuyendo a partir de la tendencia de sus dirigentes de hacerlo un negocio en el que no se pierda en lo económico, sin importar lo deportivo, y para eso echaron mano de una fórmula con la que se intenta despertar la esperanza de la afición; la combinación Aguirre-Márquez pretende combinar los nombres más reconocidos del fútbol mexicano moderno y actual. Rafa Márquez, en su momento, fue un jugador de élite mundial, de lo mejor que ha dado nuestro balompié; su militancia en equipos del continente europeo, sobre todo, su paso inolvidable por Barcelona, es sello de garantía para la recuperación en la confianza de los seguidores para el equipo mexicano. Aguirre, simple y dicharachero, tiene una conexión única con la afición del equipo mexicano, que le reconoce su trayectoria como entrenador en distintos equipos y selecciones en distintas partes del mundo.
La Selección Mexicana, tiene que redondear con fútbol, y triunfos, los movimientos a los que ha sido expuesta desde la finalización de Catar 2022; tres cuerpos técnico distintos han pasado por el banquillo desde esa eliminación, sin que los dos anteriores proyectos tuvieran posibilidad de afianzar su destino en el Mundial de 2026. Este nuevo proceso, cuenta con el respaldo que no tuvieron los anteriores, todo basado en la trayectoria de los actuales encargados, que se espera puedan contagiar con sus éxitos a una Selección que cayó en dudas e inseguridades por su propio desempeño.
Información Radio Fórmula