El símbolo de la victoria, del amor y la paz, se alzó anoche en las manos de 17 mil asistentes al festejo por los 55 años de la banda mexicana encabezada por el legendario Álex Lora, El Tri, en la Arena Ciudad de México.
Las rechiflas saludaron a la banda y no faltó el grito enérgico de “¡culero, culero!”, no como una señal de ofensa, sino como un mismo lenguaje, entre espectadores y músicos, para expresar su rebeldía y apresurar el inicio del rock.
A las 19:30 horas, un video con la historia de El Tri y Álex Lora se proyectó en las pantallas e hizo gala de una trayectoria que ha dado identidad a muchas generaciones y ha sido una “piedra angular del rock nacional”.
Pero antes de rockear, un ritual con danzantes aztecas para pedir permiso a los dioses del Universo, santificó el escenario y Lora, de 70 años, apareció corriendo, de un costado a otro, con su guitarra.
Su voz no se escuchó. El micrófono falló justo en sus primeras frases al cantar su versión en español de Three Souls Boogie, la incluida en su álbum Chavo de onda, en 1976.
Sin embargo, tras la respectiva rechifla, en medio de la canción, el micrófono reveló la voz de Lora y su habilidad con la lira, lo cual emocionó a la Arena.
¡Venga ese aplauso para estos grandes danzantes! ¿Estamos siendo felices?”, preguntó Lora ante un “sí” rotundo.
Sería una verdadera mamada, una pendejada, que esta noche que estamos festejando 55 años del rocanrol de México para el mundo, no cantemos aquella que dice: ‘Mexicanos al grito de guerra’”, y así se siguió cantando el Himno Nacional, con la bandera tricolor de un lado y la imagen de la Guadalupana, del otro, y pidiendo a su gente, a la que llama con cariño “raza”, que la cantaran junto a él, pero “con huevos”.
Después, lanzó su propio grito de Independencia.
¡Mexicanos, vivan los héroes que nos dieron patria! ¡Vivan Hidalgo y Morelos! ¡Vivan Villa y Zapata!¡Chinguen a su madre los pinches políticos hijos de puta! Es cuando la raza dice: ‘¡Que la chinguen, que la chinguen!’.
¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Viva México cabrones! ¡Viva México! ¡Y que viva el rocanrol!”, expresó a grito abierto y la ovación se dejó venir desde todos lados, sólo para desembocar en La raza más chida.
Nuevamente agradeció a la raza por asistir a la celebración, antes de Todo por el rocanrol.
Lo que quiero ahorita es oír a la raza con esta pendejada”, solicitó y las palmas obedecieron al ritmo de la canción.
INVITADOS CHINGONES
Una fiesta rocanrolera de esta magnitud no podía celebrarse sin invitados. Y el primero fue Toño Lira, con quien interpretó María y Que viva el rocanrol.
No cualquier pinche día se cumplen 55 años. Por eso tenemos invitados muy chingones”, y ante tal presentación, Lira agradeció con un “¡Felicidades, maestro!”.
Tras Una y otra vez, Perro negro y callejero y El muchacho chicho —sí, aquel de “la película gacha”—, y antes de recordarle a su mamá que estaba en la Arena CDMX, presentó a Aleks Syntek, quien no se salvó de un cordial saludo de la gente, con un “¡culero, culero!” y también de un “chinga tu madre”.
Pero aguantó el recibimiento, felicitó a su compadre y cantaron Unos quieren subir.
¡Gracias a toda la banda. Syntek, en el aniversario de El Tri! No nos podemos ir sin mentarle la madre a mi tocayo”, pidió Lora y Syntek fue despedido tal cual, no sin antes cantar un fragmento de una canción publicitaria de una catsup, que fue famosa en su voz, y de la que dijo: “Estos güeyes de TikTok que me deben una lana y se la clavaron y me chingaron”.
Tras Los minusválidos, llegó el momento de mandar otro saludo a los gobernantes. Ya saben cómo.
Difícil y El dueño del mundo fueron la antesala para su tributo a la Virgen de Guadalupe, porque “no estaríamos aquí festejando si no fuera por la bendición de la Morenita”.
Así, acompañado del coro María Mater, que cantó un fragmento del Ave María y El pescador, interpretó Virgen Morena y Solamente Dios.
Oye cantinero, junto al “ballet de los querubines mariguanos”, es decir, el baile de la gente, sonó antes de otros invitados, Next-Leprosy, para escuchar Sara y De tripas corazón, a ritmo de metal.
Parece fácil dio paso a Benito y su Sonora, con La boa, no sin que antes Álex Loradiera un trago a su botella tricolor, para después escuchar con este son “mi corazón es para El Tri”.
Para entonces, los ojos de los asistentes, muchos de ellos vestidos de negro, parecían de vidrio, brillantes y dilatados, y sus pasos de baile eran los más torpes o los más creativos, gracias al efecto de más de una cerveza en sus respectivos sistemas. Y no faltó al que tuvieron que sacar por el efecto mala copa, mientras que el aire se llenaba de un olor a fermentación alcohólica de la cebada procesada.
Con Cirilo, de España, cantó Mente rockera, pero fue el invitado siguiente el que generó mayor euforia: Moderatto, que se unió al festejo, antes de su próxima despedida y desintegración, para cantar Chavo de onda. Y también les tocó un “culeros” de grata bienvenida, mientras la raza se disponía a saltar.
¡Hoy celebramos a El Tri de México, malditos pecadores! ¡Sacúdanse la hueva! ¡Necesito un chingo de ruido! ¡Que se oiga para Álex Lora, malditos pecadores”, gritó Jay de la Cueva, el cantante. Y así como partió el Detector de Metal, Edén Muñoz se unió a la parranda con Pobre soñador.
Al cierre de esta edición, un fan se comprometió con su novia y Lora dio su bendición. “Que su amor dure toda la vida”, dijo Lora, para el “verdadero amor rocanrolero y para el amor”.
Y también se esperaba la llegada de Celia Lora para acompañar a su señor con Triste Canción, ADO, Cuando tú no estás y Las piedras rodantes, de las más esperadas por los fans de la agrupación que ama acabar los shows ya cerca de la medianoche. Información Excelsior.com.mx
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