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La vida de Emma Coronel Aispuro, esposa del narcotraficante mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, y de sus hijas estarían en grave peligro, por el motivo de la detención de la ex reina de belleza.
Tras su aprehensión, ocurrida el pasado 22 de febrero agentes federales declararon a la prensa que la modelo se entregó voluntariamente a las autoridades estadounidenses luego de un acuerdo de cooperación para brindar información contra el Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con Mariel Colón Miró, abogada de Coronel Aispuro, serían estas declaraciones de los agentes lo que pondría en una situación de riesgo a su defendida, ya que los afectados emprenderían represalias contra ella o sus seres queridos.
“Su vida ahora mismo se encuentra en riesgo porque estos comentarios que se pusieron a decir estos agentes federales la ponen en riesgo. No es un secreto lo que le puede pasar a una persona si otros piensan o se imaginan que esa persona está cooperando con las autoridades, obviamente pueden terminar muertos, no solamente el cooperante sino miembros de su familia”, declaró la representante de la exreina de belleza en una entrevista ofrecida a la cadena televisiva NT24.
Colón Miró destacó que Emma Coronel no sería la única que correría peligro pues María Joaquina y Emali Guadalupe, gemelas que la modelo procreó con el capo sinaloense también podrían sufrir las consecuencias de las declaraciones de los agentes.
“La señora Coronel tiene dos niñas pequeñas de nueve años que ahora están en riesgo por estas acciones de otros que fueron tan poco éticos y deshonestos, personas sin escrúpulos”, dijo.
Emma Coronel vive un infierno en la cárcel
La esposa de ‘El Chapo’ Guzmán permanece recluida en la cárcel de la ciudad de Alexandria, en Virginia, acusada por el gobierno de Estados Unidos de tráfico internacional.
Su estancia en dicho lugar ha sido muy diferente a la vida a la que la modelo estaba acostumbrada llena de lujos y excelentes tratos, pues de acuerdo con su abogada, el bañarse no es una opción recurrente, además pasa noches en frío y no tiene acceso a agua de calidad.
“Se la pasa con mucho frío. Solo tiene una cobija muy finita. He pedido que le den otra cobija y no se la quieren dar, no le quieren dar chamarras o abrigos para ella poder sentirse un poco más caliente. No le permiten bañarse diariamente. Esta semana pasó cuatro días corridos sin poderse bañar”, explicó.
Asimismo, relató que “duerme con las luces encendidas, están prendidas las 24 horas del día. No le venden agua embotellada, solo le permiten tomar agua de la llave, pero el agua sabe tan repugnante que el otro día que intentó tomar le dieron náuseas y la vomitó”. Información Radio Fórmula
