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Emma Gabriela Molina Canto, asesinada ayer en Mérida, fue la primera persona en señalar directamente al ex titular de Finanzas, José Manuel Sáiz Pineda, así como a su propio esposo, Martín Medina Sonda, por el saqueo del erario en la administración de Andrés Granier.
En una entrevista publicada en el diario Reforma, el 28 de febrero del 2013, Ema Gabriela acusó a Medina Sonda de ser prestanombres de Sáiz y en particular, de haber sacado ocho millones de pesos del erario, a bordo de un avioneta, hacia la capital yucateca, en plena inundación del 2007.
“Cuando Martín me habló por teléfono a la casa, le pregunté qué era lo que estaba pasando, y él me dijo que se trataba de un dinero que le dio Sáiz Pineda y Miguel Contreras (ex Secretario de Ingresos), quien entonces era responsable de Egresos del Gobierno de Andrés Granier”, publicó el diario capitalino.
Del desfalco de las finanzas estatales, Molina Canto también identificó, por sus vínculos con Medina Sonda, a José Amílcar Sala Villanueva, como socio inmobiliario del ex mandatario estatal, a quien Sáiz y su ex esposo lo identificaban como “Zorro plateado”.
‘Voy a buscar cómo acabarte’
En aquella entrevista, Molina Canto confesó en esta ciudad que aún cuando había logrado su excarcelación por acusaciones que le había hecho su esposo como parte de un pleito legal por la custodia de los hijos, aún huía de él por los constantes acosos y amenazas de muerte.
“Martín siempre me lo vino cantando en la Procuraduría del Menor y la Familia en Mérida, siempre me decía: “yo voy a buscar la forma de cómo acabarte, de cómo matarte, o cómo encerrarte en la cárcel y eso lo voy a conseguir en Tabasco, porque en Tabasco tengo todas las influencias, todo el dinero y todo el poder, y el gobierno a mí me favorece, tú sabes que Sáiz está allá y Sáiz es mi amigo, es mi socio”, reveló.
Medina Sonda fue detenido el 15 de octubre del 2014 en un operativo encabezado por la Interpol en Cancún, Quintana Roo, a partir de una demanda penal presentada por Molina Canto para reclamar el delito de sustracción de menores.
Sin embargo, todavía la semana pasada, Ligia Canto, madre de Ema Gabriela, denunció que Medina Sonda, a través de sus abogados, no dejaba de litigar en contra de su hija y buscaba aún encarcelarla por el caso de los hijos, con recursos de amparo.
De la pobreza al “boom” económico
De su estadía en Villahermosa, ventiló en aquel entonces que arribó en el 2001, procedente de Mérida, y desde entonces supo de los negocios que realizaba Medina Sonda con Sáiz, como parte de un plan de empresas para el lavado de dinero.
“De 2001 a 2007 vivíamos en privada Las Torres en Tierra Colorada, donde no teníamos sala, sólo dos sillas de plástico y una mesa. Él (Medina) trabajaba en el despacho Profesionales en Consultoría Fiscal y Patrimonial, que está en Sánchez Magallanes. Él siempre fue el brazo derecho de Sáiz Pineda, y cuando Sáiz llega a la Secretaría de Finanzas empieza su boom económico.
“Lo que él hace es comprar una casa en construcción en el fraccionamiento Ámbito, pero lo que sí me llama la atención es que empieza a invertir en la construcción de paredes para que no se escuchen sonidos, en un cine y que los teléfonos estén encriptados. Eso ya me empezó a dar mucho miedo, porque puso cámaras de vigilancia dentro y fuera de la casa, además de comprar autos, como una Hummer”, recordó.
Desde 2013, Medina Sonda figuraba en las indagatorias de la Fiscalía General de Tabasco relacionadas con el desvío de más de 5 mil millones de pesos en las finanzas durante la administración de Granier.
La dependencia confirmó los vínculos de Medina Sonda con el desfalco de las finanzas desde el 24 de mayo de 2013, cuando cateó las oficinas de Sáiz, al mismo tiempo que le decomisaba a éste 85 millones de pesos en la casa de su asistente ejecutiva.
En ese cateo, encontró el nombre de Medina Sonda en varias empresas que habían sido creadas para lavar el dinero obtenido del erario.
Como parte de las primeras indagatorias, el Fiscal General, Fernando Valenzuela, destacó que, en los alegatos, Medina cayó en contradicciones y nunca pudo acreditar la legal procedencia ni la existencia de una institución sin fines lucrativos detrás de ese envío de efectivo de Villahermosa a Mérida.
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