El correcto crecimiento de los niños promedia de 5 a 7 centímetros al año entre los 4 y 9 años de edad, y de 8 a 12 centímetros en la adolescencia.
La supervisión de los padres, así como la visita médica con el especialista en endocrinología pediátrica son imprescindible para la detección de la talla baja.
El diagnóstico oportuno de déficit de hormona de crecimiento y el apego al tratamiento, permitirán lograr una estatura ideal.
Mérida, Yucatán, a 2 de septiembre de 2020.- El regreso a clases suele ser el momento ideal para detectar variaciones en el crecimiento de los niños en edad escolar. La labor de encontrar la talla adecuada de uniforme, la búsqueda de los zapatos más cómodos e incluso el comparar la estatura de los compañeros en la fila del colegio permitía a los padres verificar el desarrollo de sus hijos; sin embargo, ante el panorama que ofrece la nueva normalidad, donde no se tienen las mismas comparativas, especialistas en endocrinología hacen un llamado a que los padres estén alertas al correcto crecimiento de los menores.
“El inicio del ciclo escolar se vuelve clave para que los padres identifiquen alguna anomalía en el crecimiento de sus hijos. Ahora que estamos en casa su crecimiento está en sus manos, ellos juegan un papel fundamental, por lo que recomendamos que acudan a visita médica, verifiquen que su estatura está acorde a su edad y estén atentos a aspectos como el cambio de talla de su ropa y calzado”, comentó la doctora Mercedes Medina, especialista en Endocrinología Pediátrica.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut, 2012), la talla baja, un padecimiento que afecta a 1 de cada 10 niños en México,1 se caracteriza por la interrupción repentina de crecimiento por diversos factores como mala alimentación, la falta de sueño, estrés físico o mental, vida sedentaria y la producción insuficiente de hormona de crecimiento.
“Estamos acostumbrados a que en el país la población tienda a ser chaparrita; sin embargo, la detección a tiempo de la talla baja en los menores nos permitirá que podamos tratarlos oportunamente y que puedan alcanzar la estatura ideal, la cual no sólo impacta de manera física, sino que además les permitirá desarrollarse plenamente en el futuro personal y profesional”, agregó la también miembro de la Sociedad Mexicana de Endocrinología Pediátrica.
La talla baja no sólo se trata de tener una menor estatura, esta condición conlleva diversas afectaciones en la salud y la vida de los pacientes, barreras que enfrentan cotidianamente en su entorno social y que, incluso, pueden afectar su desenvolvimiento e inclusión en el futuro.
Para identificar de manera rápida si el crecimiento de los menores es el ideal, se debe tomar como referencia la talla blanco familiar, que es el rango que resulta de sacar el promedio de la talla de ambos padres y adicionar hasta 6.5 cm en caso de ser niño o restar 6.5 cm en caso de ser niña; no obstante, la estatura final también dependerá de otros aspectos como la alimentación, el ejercicio, su estilo de vida y de descartar enfermedades.
Con el regreso a clases, los padres deberán reestructurar nuevamente el estilo de vida de sus hijos el cual deberá contemplar buena alimentación, actividad física y buenos hábitos de sueño.
“Ante el panorama que estamos viviendo, los niños pasan más tiempo en casa, por ello es importante que se evite el sedentarismo, la mala alimentación y que los niños duerman fuera de su horario y por menos tiempo, ya que la hormona de crecimiento se produce en mayor intensidad en el sueño profundo nocturno; es decir, cuando éste es de al menos 9 a 11 horas continuas”, afirmó la especialista.
La velocidad de crecimiento varía en cada persona, pero existe un promedio de crecimiento anual de 20 a 25 centímetros en el primer año de vida; de 10 a 15 centímetros entre los 2 y 3 años de edad; de 5 a 7 centrímetros de los 4 a los 9 años y de 8 a 12 centímetros durante la adolescencia.
“En este regreso a clases le recomendamos a los padres que estén muy pendientes del crecimiento de sus hijos y que hagan su visita al médico para hacer su check up y revisar que su crecimiento sea el óptimo. La talla baja tiene solución si se detecta de manera oportuna, pues la somatropina realiza el mismo efecto que la hormona de crecimiento que genera nuestro cuerpo y usándola bajo las indicaciones del especialista ayuda a que el infante logre crecer esos centímetros más”, puntualizó.
La especialista en endocrinología pediátrica agregó que una vez que el médico realice el diagnóstico de talla baja e indique el uso de hormona de crecimiento, el apego al tratamiento será fundamental para obtener los resultados que acerquen a que el paciente logre su estatura ideal.
Para finalizar Francisco Valdez, Gerente Médico de la Unidad de Endocrinología y Fertilidad en Merck México comentó que “En marco del 90 aniversario de Merck México, el área de Endocrinología de igual forma celebra 30 años de la llegada de la hormona de crecimiento recombinante, reafirmando así su compromiso con el desarrollo de los niños en México. Merck es una empresa líder en innovación y tecnología para la salud que se encuentra siempre en una constante búsqueda por mejorar la calidad de vida de los pacientes y que reconoce que el crecimiento de los niños es clave para un futuro feliz”.