MÉRIDA.— el alcalde de Progreso, José Isabel Cortés Góngora, afirmó que el joven asesinado la semana pasada en Flamboyanes “era drogadicto” y formaba parte de una pandilla, por lo que su ejecución se trató “de un ajuste de cuentas”.
El presidente municipal del vecino puerto agregó que a pesar de este y otros hechos sangrientos ocurridos en esa comisaría progreseña, “la violencia ya disminuyó”.
Sin embargo, admitió que pedirá la intervención y colaboración de la Policía Estatal para garantizar la seguridad de los pobladores.
Cortés Góngora se refirió al tema del homicidio de José Eduardo Javier de la Cruz después de la presentación de una encuentro de organizadores de viajes en crucero, ayer en el Centro de Convenciones Siglo XXI.
“Se trata de un niño (el asesinado) que trajeron de Tabasco porque era drogadicto, andaba en malos pasos… al parecer es gente de Tabasco quien lo ejecutó”, indicó el primer edil.
Respecto a la vigilancia en el puerto, el alcalde informó que la corporación policíaca cuenta con 180 policías, 90 por turno, que hacen vigilancia por todo Progreso, “pero ya es insuficiente, tenemos que reforzar la vigilancia, por eso se va a solicitar el apoyo de la Policía Estatal”.
“Hace cinco años Flamboyanes era mucho más peligroso de lo que es ahora. Se ha bajado la inseguridad en un 60%, pero no se ha erradicado completamente”, admitió Cortés Góngora.
Identifican a fallecido
Por otro lado, autoridades ministeriales identificaron a la persona que fue asesinada el domingo en Progreso.
Se trata de Miguel Ángel Chan Sánchez, a quien se logró identificar por medio de pruebas dactiloscópicas.
Las investigaciones, se dijo, avanzan a buen paso, pues se tiene ya a algunos sospechosos y con base en ellos se trabaja para tratar de esclarecer el homicidio.
Se indicó que se reconstruyen los últimos días del fallecido para tratar de encontrar a él o los responsables de su muerte.
Por lo pronto se está entrevistando a personas cercanas y se recopilan más datos en el predio donde ocurrió el homicidio.
El arma homicida sería un objeto contundente, como un bate o un pedazo de fierro, ya que el golpe le destrozó el rostro. De hecho, la causa de la muerte fue traumatismo craneofacial.
Se maneja el robo y viejas rencillas como probables causas del homicidio, segundo en Progreso en menos de dos semanas.
Los primeros dos meses del año cerraron con un total de 13 homicidios en el Estado, siete en enero y seis en febrero, dos crímenes más de los registrados en los primeros dos meses del 2016.
Los dos últimos homicidios ocurrieron precisamente en Progreso, con nueve días de diferencia. En ambos casos las armas homicidas habrían sido objetos contundentes que ocasionaron fracturas en la bóveda craneal.
En el caso más reciente, el cuerpo del occiso fue descubierto la noche del domingo en un predio ubicado en la calle 27 entre 92 y 94 del vecino puerto
Fuente,. Diario de Yucatán