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“Éramos felices y no lo sabíamos”

Por Pascal Beltrán del Rio

Hoy hace dos semanas, Antonio Ledezma, alcalde de Caracas, tomó la arriesgada apuesta de fugarse de la detención domiciliaria a la que lo tenía sometido, sin derecho a juicio, el régimen del presidente venezolano, Nicolás Maduro, desde hacía mil días.

En una escapatoria de película, superó una treintena de puestos de control y logró cruzar la frontera con Colombia.

De ahí emprendió una gira internacional para “sumar mi voz a la diáspora de los venezolanos que están en el exilio” y buscar “apoyo internacional para ayudar a liberar a Venezuela de la narcotiranía”.

Ayer, en la primera entrevista que da a un medio mexicano, conversé telefónicamente con Ledezma para la Primera Emisión de Imagen Radio.

Me dijo que tiene contemplado visitar México, como parte de una campaña internacional que lo ha llevado ya a España y Estados Unidos, donde ha sido recibido por funcionarios gubernamentales, académicos y paisanos en el exilio.

“A México iremos cuando lo coordinemos con la autoridad y las distintas fuerzas políticas”, me dijo, al tiempo que agradeció la preocupación de la Cancillería mexicana sobre la situación de su país.

“La participación de México en el Grupo de Lima nos parece un gesto alentador”, afirmó.

“El conflicto venezolano es una amenaza continental. Estamos hablando de un régimen coludido con el narcotráfico, con el terrorismo y cuyos jerarcas están embarrados con escandalosos hechos de corrupción”.

Agregó: “Este fatídico populismo nos convirtió en el país más rentista del mundo, pero lo paradójico es que no sólo bajaron los precios del petróleo a la mitad, sino que Venezuela está produciendo menos petróleo. Y si producimos menos petróleo, tendremos menos divisas y más desabasto”.

—Si uno se remonta al origen de este periodo de la historia venezolana, esto comenzó con una gran inconformidad ciudadana con la corrupción de los partidos tradicionales. Así llegó Hugo Chávez al poder en febrero de 1999 —le comenté.

—Chávez se presentó en medio de una turbulencia, de confrontación entre factores políticos, de acusaciones mutuas que terminaron desprestigiando a los partidos, y él comenzó una estrategia de hacer política con la antipolítica.

“Se presentó como el redentor, como el abanderado de los desposeídos. Prometió hacer en Venezuela una revolución económica, social, institucional y lo que resultó fue un salto al precipicio”.

—Una situación peor a la que tenían a finales de los años 90 y de la que Chávez los iba a liberar…

—Que en Venezuela no existe la separación de poderes, ya no es necesario decirlo. La justicia social que prometió Chávez terminó siendo el acorralamiento de la inmensa mayoría de la población en la pobreza.

“Allá hay una criminalización de la disidencia política, no se tolera el derecho a opinar. Y la corrupción es de niveles escandalosos, superando la cifra de los 300 mil millones de dólares. Los dólares destinados para comprar alimentos y medicinas y financiar infraestructura, entre otras cosas, terminaron en las cuentas bancarias de los llamados bolimillonarios.

“Lo que ocurre en Venezuela debe ser un espejo para nuestros países hermanos. No negamos que se habían cometido errores, pero hoy lo que la gente murmura es que éramos felices y no lo sabíamos.

“En los niveles de corrupción, injusticia social y de intolerancia, no hay lugar a comparación entre lo que se vivía antes en Venezuela y lo que se vive ahora. Ésta es la consecuencia de la fórmula llamada socialismo del siglo XXI, que se ha querido exportar como una panacea a los pueblos hermanos.

“Nosotros podemos decirles, ni siquiera a manera de consejo, sino como advertencia: no caigan en la celada de los que se arropan en la bandera del populismo y la demagogia, porque no hay cosa más maléfica que esos conceptos y esquemas anacrónicos, como los que le vendió Hugo Chávez a los venezolanos como espejitos y terminaron hundiendo a Venezuela en una atroz pobreza. Y el mundo se asombra cómo fue posible destruir un país tan rico y con tantas potencialidades como Venezuela”. Información Excelsior.com.mx

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