TOLUCA.
Con una sonrisade oreja a oreja, Alfredo del Mazo llegó a las 23.11 horas a la sede estatal del PRI para proclamarse ganador, sin dar un dato duro de con qué porcentaje se había adjudicado la gubernatura del Estado de México.
En el templete, lleno de los más cercanos colaboradores que Del Mazo tuvo en cinco meses de campaña y muy pocos priistas en la Plaza de la Unidad, el candidato, presentado por el locutor como “ganador indiscutible”, dijo que en el gobierno que encabezará “todos caben”.
Del Mazo hizo un llamado a la unidad y a trabajar por el Estado de México. Mientras el candidato priista, autoproclamado ganador, agradecía a los distintos liderazgos que participaron en su campaña, tronó el grito de “¡gobernador gobernador!”, palabra que hacía más resplandeciente su sonrisa. Y agradecía, levantando el pulgar y abrazaba a Ernesto Nemer, a Alejandra del Moral y con su esposa Fernanda del Castillo, Del Mazo se abrazaba cariñosamente.
El discurso de 18 minutos que dio Del Mazo para un puñado de priistas y muchos medios de comunicación fue una suerte de agradecimientos, inclusive a sus adversarios políticos, sin pronunciarse en lo que generalmente los candidatos triunfadores alardean cuando es irreversible.
“Hoy es momento de trabajar por la unidad del Estado de México. Las voces que nos respaldaron, las que no nos respaldaron y las que no participaron deben ser escuchadas”, dijo Del Mazo encendido por su triunfo.
El día para Alfredo del Mazo arrancó temprano. Aunque a la casilla electoral en El Parque de La Hacienda en Interlomas llegó casi a las 10 y media. Llegó manejando su camioneta Toyota blanca, acompañada de su esposa, Fernanda Castillo, y sus dos hijos, Gerónimo y Emilio. En su paso hacia la mesa donde le entregaron la boleta, el priista fue saludando a las pocas personas que hasta entonces se habían concentrado en la casilla 10 de la sección 2036.
Del Mazo se metió en la mampara junto con su hijo Gerónimo. Tomado de la mano de éste, depositó su voto. En cuanto dejó la boleta en la caja transparente, se apartó de sitio de votación y fue a un lugar en el mismo parque donde pusieron un micrófono y desde ahí saludó que los mexiquenses fueran a votar.
Diez minutos antes del cierre de casillas, en el hotel donde el PRI abrió una sala de prensa en Toluca, la presidente del PRI estatal, Alejandra del Moral, salió con carita de emoticón, colorada y los ojos entre cerrados, es decir, iba que trinaba.
Después de haber votado, a Del Mazo no se lo volvió a ver públicamente hasta las 18:36 horas, cuando llegó a la sala de prensa del PRI, donde se proclamó vencedor de la jornada, aunque no lo hizo con mucha contundencia. Inmediatamente salió del lugar y se fue a un hotel contiguo, según dijo personal de su equipo que se mantuvo hermético y evasivo a las preguntas sobre cómo había transcurrido su candidato la jornada electoral.
Como sucede en cada proceso electoral, entre las dos y las tres de la tarde los teléfonos celulares de los reporteros fueron bombardeados con todo tipo de encuestas. Las que daban como ganador a Del Mazo con un margen de cinco puntos, sobre la maestra Delfina Gómez, otras donde la abanderada de Morena vencía al priista pero la más certera, en todo caso a esas horas, fue una que supuestamente levantó el Cisen y que daba 32.67% a Del mazo y 32.25% a Gómez.
César Castillejo, el encargado de comunicación de Del Mazo, se apersonó en la sala de prensa para anunciar que en ese sitio no habría más, que la siguiente actividad sería en la sede del PRI estatal.
Ahí, las huestes de Del Mazo acondicionaban la explanada para el mensaje que el candidato priista daría, aunque no se tenía la hora precisa. Castillejo dijo que sería a las diez y media u once de la noche, que no había hora.
Aunque entre los priistas concentrados en la plaza se hablaba de triunfo, “ganamos por siete puntos”, en realidad no se tenía ninguna certeza, menos la alegría que da la victoria contundente.
En la Plaza de La Unidad de la sede priista había gente preparando los toritos de fuegos artificiales, colgando las mantas de decían “Gracias”, “Ganamos los mexiquenses”. Y la música más que de festejo tenía los decibeles de cuando se está acabando el servicio en una discoteca, bajito, para que los parroquianos vayan tomando camino.
Al filo de las nueve y 20 de la noche Maricruz Rojas, una cantante local anunció que estaría unos minutos con los priistas. Cantó y trataba de animar un ambiente frío. Además que en la Plaza de La Unidad solamente había meseros, los priistas estaban en la calle de Nicolás San Juan sin poder entrar y los representantes de los medios en la plaza de La Identidad, también sin poder entrar al sitio dispuesto para que Del Mazo se proclamara vencedor.
Poco a poco fueron llegando los priistas de hueso colorado y camisa del mismo color, pero muy pocos podían entrar al edificio de la sede estatal, donde Del Mazo y su primer círculo aguardaban a puerta la cerrada que los resultados en el instituto electoral fluyeran.
A las 10 de la noche quitaron las vallas y dejaron entrar a La Plaza de la Unidad a los priistas y los representantes de los medios, mientras un reguetonero de nombre Fued Jail cantaba y echaba porras al PRI, con poco eco. Los meseros se alistaban en los distintos puestos instalados en torno a la plaza, para ofrecer pozole, tamales, tacos de cochinita pibil, bolsas con palomitas de maíz, aguas de jamaica y horchata, y refrescos.
Los cocineros y meseros estaban aburridos y no sabían a qué hora iban a servir lo que tenían listos en las cacerolas y preguntaban a los reporteros si ya había ganado el PRI, pero en realidad estaban más preocupados por el tiempo para servir que por el resultado. “¿Y si no gana, quÉ vamos a hacer con la comida?”. Mientras que Gisela Rubach, la estratega política de Alfredo del Mazo afirmaba vía whatsapp “Ganamos!!”. Información Excelsior.com.mx