· El senador por Yucatán urge a detener la contaminación de agua y preservar a los insectos que permiten la polinización y gran parte de la producción de alimento humano
· Yucatán se encuentra entre los tres principales productores de miel, preservar la salud de las abejas también es garantizar el sustento a miles de familias en la entidad.
· Alerta que cientos de apicultores corren el riesgo de perder sus registros de miel orgánica
Mérida, Yucatán, 22 de marzo de 2023.- El senador por Yucatán, Jorge Carlos Ramírez Marín, alertó sobre los riesgos que miles de familias yucatecas que dependen de la apicultura corren debido a la desmedida contaminación del agua y a la falta de mejores medidas de protección para la preservación de las abejas.
En el marco del Día Mundial del Agua, explicó que la protección de los mantos freáticos del estado es indispensable para permitir que el sector apicultor yucateco permanezca entre los principales exportadores del país, y mantenga las certificaciones de miel orgánica que lo distinguen por su calidad.
“Es inadmisible que no estemos tomando conciencia sobre la importancia que tienen las abejas para los seres humanos. No sólo se trata de mantener la calidad de nuestro sector apícola, se trata de mantener la continuidad de nuestro planeta. Sin abejas no hay cultivos, no hay alimentos. Hay que ser enfáticos: Sin abejas no hay futuro”, enfatizó.
En Yucatán hay más de 13 mil apicultores, lo que significa que son miles de familias las que dependen de esta actividad como modo de vida y que, a su vez, cuidan y procuran el medio ambiente para garantizar la conservación de las abejas y otros polinizadores.
En México y el mundo, las abejas juegan un papel crucial en la agricultura y la polinización de los cultivos, y su declive puede tener un impacto significativo en la producción de alimentos. Además de que las personas que dependen directamente de la actividad apícola, han comenzado a sentir los estragos de la contaminación del agua en el subsuelo yucateco.
“La protección del agua y de las abejas, son temas centrales cuando hablamos del cuidado del planeta, ya que son dos factores que le dan equilibrio a la vida, sin ellos simplemente ninguna otra especie podría sobrevivir, tenemos que tomar acciones más enfáticas para su preservación”, advirtió el senador.
Por su parte, la Alianza Kaabnálo’on ha dado a conocer que 19 apiarios de 8 productores diferentes en el poniente de Yucatán, como las que se encuentran en Maxcanú, han perdido su certificación orgánica, en la última inspección, lo que pone en riesgo la exportación del dulce y con ello, las ganancias de su trabajo.
De igual forma, recientemente realizaron un estudio del agua en las zonas cercanas a las granjas de cerdo y, de acuerdo con sus resultados de 8 monitoreos, 29 puntos arrojaron niveles altos de contaminación con coliformes fecales
En tanto que el estado, se considera uno de los 3 principales exportadores del dulce, llegando el producto a varias partes de Norteamérica, Europa y Asia, lo que podría verse en riesgo, ya que al perder su certificado de miel orgánica, esta ya no cumpliría con los estándares requeridos por normas internacionales.
Es por ello que Ramírez Marín ha sido vocal sobre los peligros de la contaminación del agua para las abejas y otros polinizadores y ha promovido desde la Cámara Alta diversas iniciativas encaminadas a garantizar procesos que protejan a estas especies que, en muchos casos, ante la falta de regulaciones y la práctica de vertido de aguas residuales en cuerpos de agua se ha causado una gran cantidad de contaminación y degradación ambiental.
Esto ha llevado a la muerte de las abejas y otros polinizadores, lo que ha impactado negativamente en la producción de alimentos.
Además, la contaminación del agua también puede tener efectos graves en la salud humana, lo que resalta la necesidad urgente de tomar medidas para proteger los recursos hídricos y la biodiversidad.
El legislador también ha emprendido diversas campañas que tienen por objetivo devolverle a los polinizadores como las mariposas y abejas, entre otras especies, espacios para el descanso y alimentación dentro de las ciudades, como los “Jardines de Colibríes”, para que estos no desaparezcan de los entornos urbanos.