El escritor Sergio Ramírez dedicó el Premio Cervantes a “la memoria de los nicaragüenses que en los últimos días han sido asesinados en las calles por reclamar Justicia y Democracia”.
Tras recibir la medalla y la escultura acreditativa del premio de manos del rey Felipe VI, Ramírez empezó su discurso dedicando el galardón a sus compatriotas, “a los miles de jóvenes que siguen luchando sin más armas que sus ideales por que Nicaragua vuelva a ser república”.
El autor de obras como “Margarita está linda la mar” fue vicepresidente de Nicaragua de 1985 a 1990, en el primer gobierno de Daniel Ortega, y militó en el Frente Sandinista durante 20 años.
Ramírez quiso con sus palabras y con un crespón negro en su solapa recordar los sucesos ocurridos en su país, donde cinco días de protestas contra una reforma de la seguridad social anunciada por el Gobierno de Daniel Ortega, y posteriormente derogada, dejaron como resultado al menos 27 muertos y más de 100 heridos.
A su llegada a la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), donde se celebra la solemne ceremonia de entrega del Cervantes, Ramírez señaló que modificaría su discurso para hacer una mención a la situación en su país.
El ganador del máximo galardón de las letras en español ya participó ayer en Madrid en una concentración en la Puerta del Sol para reclamar el fin de la “represión insostenible” que se está viviendo en Nicaragua.
La Universidad de Alcalá de Henares (Reuters)
El Premio Cervantes explicó que había acudido a la concentración para “solidarizarse” con su pueblo, que ha demostrado, subrayó, “tener la valentía suficiente para protestar para que le devuelvan la libertad y democracia confiscadas”.
Al acto en la universidad alcalaína, el escritor acudió acompañado por su mujer, Tulita, sus tres hijos y sus ocho nietos.
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Presidido por los reyes de España, al acto también asistió el ministro de Educación, Cultura y Deporte de España, Íñigo Méndez de Vigo, que en su intervención también hizo referencia a los sucesos de Nicaragua y aseguró que “el español es libertad, desde Cervantes a Sergio Ramírez”.
FELIPE VI ELOGIA COMPROMISO DE SERGIO RAMÍREZ
El rey Felipe VI elogió el igual “compromiso con la lengua y con la ciudadanía” del escritor nicaragüense Sergio Ramírez, Premio Cervantes 2017, que durante su vida ha combinado la política y las letras.
El rey español mostró su admiración por la figura y la trayectoria del primer literato centroamericano que gana el Cervantes durante su intervención en la ceremonia de entrega del galardón en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid).
Felipe y la Reina Letizia otorgan al escritor nicaragüense Sergio Ramírez el Premio de Literatura Cervantes (Reuters)
Y transmitió al galardonado la cercanía de España con el pueblo nicaragüense en medio de la ola de protestas contra el Gobierno que preside Daniel Ortega que ha dejado al menos 27 muertos y más de cien heridos.
“Don Sergio, en estas horas difíciles, toda España lleva a Nicaragua en su corazón”, aseguró el rey al ganador del máximo galardón de las letras hispánicas.
Como “embajador de Cervantes y de la patria de Rubén Darío”, Felipe VI subrayó que la vida puso muchas veces al que fuera vicepresidenta de Nicaragua entre 1985 y 1990 “en la encrucijada de asumir un compromiso político activo o dedicarse a la política”.
“Se ha entregado por igual al compromiso con la lengua y con la ciudadanía. De ese modo, en tiempos en que su país lo precisó, dejó las letras para abrazar una causa con la que estuvo altamente comprometido”, valoró el monarca.
Ramírez se integró en el Frente Sandinista a mediados de los 70 y tras el derrocamiento del dictador Anastasio Somoza (1937-1979), pasó a la primera línea de la política hasta que en 1996, defraudado con su partido y con Daniel Ortega, dejó la política para retomar su vocación literaria.
El rey apuntó que, en el caso de Ramírez, “la historia podría haber sido diferente”, cuando vio cómo “las tareas como vicepresidente y bajo el embate de un conflicto cruento, comprometían su tiempo completo y sus energías”.
“Pero en lugar de resignarse, el escritor decidió robarle tiempo a la madrugada y escribir al menos dos horas cada día antes de volver a vestir la camisa de líder político”, recordó.
Centroamericano “convencido de las posibilidades y la riqueza de una región tan intensa como querida”, Felipe VI hizo hincapié en que el escritor de Masatepe, de 75 años, “gran cronista y narrador de su país”, supo “navegar en aguas turbulentas y entender el poder como un accidente del que le salvó la literatura”.
Además de “la generosidad y amplitud de su literatura” y de haber cultivado “magistralmente el español”, el rey calificó de “ingente” su obra, que incluye títulos como “Margarita, está linda la mar”, “El cielo llora por mí” y “Castigo divino”.
Y reconoció a Ramírez “embajador de una lengua de todos, enriquecida con la enorme herencia” de las culturas indígenas como los mayas, y relevo de grandes nombres de la literatura hispanoamericana.Información Noticieros Televisa