Por Yuriria Sierra
“El coronavirus está modificando actualmente en forma dramática la vida en nuestro país. Nuestra idea de la normalidad, de la vida pública, de la convivencia social, está siendo puesta a prueba como nunca antes.
“Millones de ustedes no pueden ir al trabajo, sus hijos no pueden ir a la escuela o al jardín infantil; los teatros, cines y negocios están cerrados y, lo que quizás sea lo más difícil: a todos nos faltan los encuentros, que en otros tiempos son obvios. Naturalmente, en semejante situación, todos estamos llenos de interrogantes y preocupaciones acerca de lo que vendrá.
“Me dirijo hoy a ustedes por esta vía inusual, porque quiero decirles lo que me guía como canciller, y a todos mis colegas del gobierno, en esta situación. Corresponde a una democracia abierta que transparentemos y expliquemos las decisiones políticas. Que fundamentemos lo mejor posible nuestro proceder y lo comuniquemos, para que resulte comprensible. Creo firmemente que saldremos airosos de esta prueba, si realmente todos los ciudadanos y ciudadanas la comprenden como su propia tarea.
“Por eso, permítanme decirles: la situación es seria. Tómenla también en serio. Desde la reunificación de Alemania, no, desde la Segunda Guerra Mundial, no se había planteado a nuestro país ningún otro desafío en el que todo dependiera tanto de nuestra actuación solidaria mancomunada…”.
Palabras de Angela Merkel a los alemanes hace un par de días. La canciller, además de la certeza discursiva de su gobierno, plenamente demostrable en acciones, apeló sólo a una cosa: la consideración. Agradeció el trabajo que los profesionales médicos hacen todos los días para dar atención a los más de 15 mil 300 pacientes. También reiteró el compromiso de las autoridades para hacer todo lo que está en sus manos para detener la propagación del virus. Aunque, sobre todo, pidió a sus ciudadanos hacer su parte, no de manera imperativa, sino subrayando que haciendo lo propio, quedándose en casa, se hace mucho por los demás. Alemania ocupa el quinto lugar en contagios, según el riguroso mapa con el que la Universidad Johns Hopkins lleva registro de la pandemia. En este país, han muerto 44 personas debido al coronavirus. Angela Merkel, quien rara vez emite un mensaje por televisión en cadena nacional, reafirmó que ella, como pocos líderes del mundo, es una mujer de Estado.
“Este coronavirus representa una amenaza sin precedentes. Pero también es una ocasión sin precedentes para unirnos contra un enemigo común, un enemigo de la humanidad…”, expresó también el miércoles. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud. Lo hizo en una conferencia virtual. Qué contradicción sería continuar recibiendo a la prensa. Qué despropósito.
México ha declarado ya al COVID-19 como “enfermedad grave”. A partir de ahora, se deben configurar los protocolos para definir las medidas necesarias para la prevención y control de la pandemia. También especificar cuál será el plan para preparar las instalaciones hospitalarias del país ante el inminente incremento de contagios. Al corte de las 7 de la noche de este jueves, México registra 164 casos. Casi 50 más que en el último informe. Ante la propagación de lo invisible, ante el enemigo inmenso, recién llegado, tan desconocido y tan amenazante, urge el mensaje propio de un estadista. Información Excelsior.com.mx