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El Plan B agoniza.
La reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador enfrenta sus últimos días. Es bastante probable que, en las siguientes semanas, la Suprema Corte lo vaya a echar para abajo, debido a que incurre en varias inconstitucionalidades.
De hecho, ya tuvo un primer gran revés. Ayer un Tribunal decidió restituir como Secretario Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE) a Edmundo Jacobo, quien renunció la semana pasada debido a que el Plan B establece la eliminación de esa figura.
El Plan A era la reforma electoral, a nivel constitucional, que entre otras cosas establecía cambiarle el nombre al árbitro electoral, así como diversas medidas, como la desaparición de los diputados de mayoría relativa.
Esa iniciativa fracasó. La movilización social, principalmente de las clases medias, que encabezó la marcha más importante del sexenio, así como la unión de la oposición, lograron sepultarla en el Congreso.
El Plan B de AMLO para blindarse ante ese revés, fue una serie de reformas secundarias que tienen el objetivo de adelgazar (desmantelar) al árbitro electoral, comprimiendo su estructura con el objetivo de la austeridad. Eso sí, no se le toca ni un centavo al dinero destinado a los partidos políticos.
Esta iniciativa muy probablemente desaparecerá pronto. Y en el Ejecutivo se sabe.
La presidencia de la Corte ya no es su aliada. Norma Piña no es Arturo Zaldívar. El Plan B se enfrenta a sus últimos días.
Pero la 4T todavía tiene un último recurso, elegir a los siguientes consejeros del INE, incluida a su futura consejera presidenta. Lo que les permitirá tener un organismo afín.
En los exámenes realizados en San Lázaro a los aspirantes a consejeros, los perfiles morenistas fueron los que tuvieron los puntajes más altos.
Bertha Alcalde, hermana de la secretaria de Trabajo, y Jaime Castañeda, asesor desde hace muchos años del partido ante el INE, son quienes lideran la competencia por una silla en la llamada Herradura de la Democracia.
Es probable, de hecho, que la primera vaya a ser la consejera presidenta, pues por orden del Tribunal Electoral dicho cargo deberá ser ocupado por una mujer.
Este es el Plan C de la 4T.
Y sin embargo, ya hay sospechas de fraude. Han surgido sospechas de que se filtraron las preguntas y respuestas del examen de conocimientos. Lo cual, de comprobarse, sería un escándalo gravísimo.
Por ahora, el proceso comienza a empañarse por estas dudas. El propio consejero Uuc-kib Espadas puso en duda los resultados del examen y ya metió la duda respecto a si hubo trampas o no.
Ojalá se aclaren pronto. O el Plan C del presidente también caerá. Información Radio Fórmula