Para entender las nuevas situaciones de movilidad social es necesario voltear los ojos al fenómeno migratorio y es precisamente el tema que la puesta en escena “Éxodos” toma como eje para el proyecto que anoche se estrenó para el Mérida Fest en el Centro Cultural Olimpo.
A diferencia de una obra de teatro convencional, los actores Érika Torres, Rebeca Guerrero y Carlos Caballeros se adueñaron del escenario y a través de diferentes lenguajes visuales, música, proyección audiviosual, alegorías poéticas y danza pusieron a reflexión uno de los fenómenos que forman parte de la multiculturalidad que posee el estado y su gente como hoy la conocemos.
Desde la primera historia se atrapa al espectador: el relato de Surem, un indio yaqui, que poco recuerda de su tierra natal ya que fue vendido por el gobierno porfirista para trabajar como esclavo en las haciendas henequeneras. Es la actriz, bailarina y directora escénica Érika Torres quien da la voz y vida al personaje que cuenta sus penurias ante las migraciones forzadas a las que fueron sometidos miles de indios yaqui y el sueño de esperanza que lo mantiene vivo para no perder su identidad.
A Rebeca Guerrero le toca el papel del coreano, comunidad que junto con más mil asiáticos llegaron a las haciendas henequeneras yucatecas con la promesa de mejores condiciones laborales, sueño que quedó lejos de la realidad y que obligó a muchos de nuevo a escapar de los hacendados. “En mi pueblo todos somos pescadores, aquí es otra cosa” a lo que Surem responde con una alegoría sobre los otros colores que la tierra del Mayab ofrece.
A lo largo de toda la obra, que dura 50 minutos, Carlos Caballero, con 33 años de trayectoria profesional, se vuelve intermediario entre los protagonistas y en el papel de hacendado justifica el por qué los esclavos eran tratados como tal. La última escena se desarrolla en “Chemulpo”, una cantina a la que acudía un coreano a ahogar sus penas, personaje que pertenecía al grupo de asiáticos que arribó en 1905 al trabajo duro en las haciendas y cortar las hojas del henequén; mientras más bebía se ponía a gritar “Chemulpo” causando simpatía y al mismo tiempo interés por sus historias al dueño del lugar.
En cada escena, la obra logra mostrar la capacidad de coexistencia y adaptación entre culturas y como a través del arte escénico se logra dialogar con el espectador.
Al final, los aplausos prolongados y la invitación a todo el reparto a subir el escenario fue momento para que el director Luis Martín Solís agradeciera por apoyar este tipo de proyectos donde se muestran historias, algunas desconocidas, elementos sociales y políticos de época, junto con la promesa de agregar a la obra el tema de la migración libanesa, presente en el devenir histórico y cultural de los asentamientos en Yucatán.
“Éxodos” tendrá tres funciones más hoy, el viernes y sábado en el Auditorio “Silvio Zavala Vallado” del Centro Cultural Olimpo a las 8 de la noche. La entrada es gratuita.
Las actividades del Mérida Fest continuarán este viernes con una nueva presentación del concierto “Otakus vs Gamers 2.0”, con la banda Ragnarok en el Teatro Armando Manzanero a partir de las 8 de la noche.
El fin de semana el proyecto “Fantástica”. Festival para pequeñas y jóvenes audiencias” tendrá sus últimas actividades con el taller de danza aérea para niños en Tapanco Centro Cultural (de 12:30 a 14:30 horas), y el taller “Introducción a la meditación para niños y niñas (16:00), ambos el sábado, así como la obra “Lu’um”, títeres para niños el domingo en una función al mediodía en el Auditorio del Olimpo.
El Mérida Fest concluirá sus actividades con el Maratón de Baile en dos escenarios en la Plaza Grande, que recibirán a los grupos Anaiza y los Rebeldes, Los Méndez y Cleyver, a partir de las 5 de la tarde. La entrada es gratuita.