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Movilización de agentes y forenses causa sorpresa
VALLADOLID.— Los internos del Centro de Reinserción Social (Cereso), ubicado en la comisaría de Ebtún despertaron ayer jueves y se llevaron la sorpresa de que el recluso José Efraín Cituk Canul de 55 años de edad, falleció por un infarto agudo de miocardio.
Ayer, a primera hora, algunos reportes indicaron que un interno del Cereso murió en su celda.
Eso llamó la atención, sobre todo porque al mismo tiempo se filtró la información de que otro recluso del mismo penal estaba en terapia intensiva en el Hospital General y tenía pocas posibilidades de recuperación, pues cayó en coma.
Ayer por la mañana se observó en el Cereso a personal del Semefo que entró por un portón para sacar el cuerpo de Cituk Canul.
En el mismo lugar se encontraban personal del Ministerio Público, peritos y la Policía Investigadora.
Nada que ocultar
Aunque llamó la atención dicha movilización de agentes, el director del Cereso, Mario Eduardo Castillo Escalante, dijo que no había nada que ocultar.
Informó que la causa de la muerte del interno fue un infarto de miocardio, ya que padecía de hipertensión, pero su conducta era normal, no dijo sentirse mal.
Indicó que ayer Cituk Canul no respondió al pase de lista de las 7 de la mañana, así que se acudió a la celda y se le encontró acostado en su catre, ya muerto. Un médico certificó que había fallecido de un infarto cardíaco.
Castillo Escalante dijo que el compañero de celda del fallecido fue cuestionado sobre el deceso y respondió que antes del amanecer solo escuchó un quejido de Cituk Canul y, cuando él salió de la celda para el pase de lista, vio que su compañero no había despertado.
Protocolo
Debido a que se trata de un interno de un penal, se tuvo que dar aviso a las autoridades de la Fiscalía, como el Ministerio Público, peritos y de la Policía Investigadora para el deslinde responsabilidades, como lo establece el protocolo del reclusorio.
“A pesar que la muerte fue por enfermedad, por ley se tiene que hacer la necropsia. Ya fue avisada su familia en la villa de Espita, de donde era oriundo”, precisó.
También se supo del caso de otro interno, Bartolo Hau Kumul, de 38 años de edad y oriundo de Tizimín, quien desde el domingo pasado fue internado en el Hospital General de esta ciudad.
Al respecto, el director del Cereso informó que el domingo el recluso dijo que tenía fuerte dolor en el abdomen, así que de inmediato se le atendió.
Sin embargo, el médico sugirió internarlo y se le llevó al nosocomio, desde donde le informaron que se trató de su vesícula y que se le haría una cirugía.
Dijo que él solo sabe que el interno está delicado y bajo la custodia de personal del Cereso, debido a que se trata de un recluso.
Se averiguó que el enfermo está en terapia intensiva, y en coma, con pocas posibilidades de sobrevivir, incluso se habla de desconectarlo, pero, por normativa, el Hospital General no realiza esa práctica, de modo que es cuestión de esperar.
Según datos obtenidos, el enfermo recibe visitas cada cuatro meses en el Cereso, debido a que su madre, Carmela Kumul, tiene 80 años y es de escasos recursos.
Hau Kumul es soltero y solo un sobrino suyo ha acudido al nosocomio a preguntar por su estado de salud. Información Megamedia
