Aunque Krystena Murray quiso quedarse con el bebé, los padres biológicos exigieron la custodia y se lo quitaron
Después de años de planear un embarazo exitoso, Krystena Murray, de 38 años, finalmente recibió la noticia de que estaba esperando un bebé gracias a la fertilización in vitro.
Sin embargo, la alegría se tornó en confusión y dolor, ya que al nacer el bebé, Krystena, oriunda de Savannah, Georgia, en Estados Unidos, se dio cuenta de que dio a luz al hijo de otro paciente.
¿Qué ocurrió? La clínica de fertilidad cometió un terrible error: los médicos le habían implantado el embrión equivocado.
Toda mi vida quise ser madre, mi bebé no es genéticamente mío. No tiene mi sangre
A principios del año pasado, Murray se hizo una prueba de ADN con su hijo y confirmó que el bebé no provenía de sus propios embriones.
Él no tiene mis ojos, pero es y será siempre mi hijo. Llevar un bebé en mi vientre, enamorarme de él, darlo a luz, crear ese vínculo tan especial entre una madre y un hijo, todo para que me los arrebaten. Nunca seré la misma mujer
Decidió quedarse con el bebé… pero se lo quitaron
A pesar de la situación, había decidido quedarse al bebé, pero los padres biológicos exigieron la custodia el año pasado y ella tuvo que renunciar a él para evitar una pelea legal que no podría ganar.
La clínica se disculpó en una declaración enviada por correo electrónico y que además se publicó en sus redes sociales.
En el mensaje, denominaron el hecho como un error sin precedentes y agregó que su personal había adoptado nuevas medidas de seguridad para evitar que se produjeran situaciones similares en el futuro.
Murray presentó una demanda civil en contra del hospital de fertilidad alegando que la confusión y negligencia al mezclar sus embriones la dejó física y emocionalmente destrozada.
Está pidiendo una remuneración monetaria por daños y una aclaración de lo que realmente sucedió, ya que todavía no se sabe qué pasó con sus propios embriones.
Errores que cuestan
La implantación de un embrión es un proceso crucial en la reproducción, y aunque la ciencia ha avanzado mucho, todavía pueden ocurrir errores que afectan este proceso.
Es importante que las personas que están considerando tratamientos de fertilidad se informen sobre estos factores y consulten con profesionales para maximizar sus posibilidades de éxito.
Mi esperanza al compartir mi historia es que sirva para evitar que esto les suceda a otras personas que estén intentando formar su propia familia. Información N+