Ciudad de México –
La eliminatoria para Rusia 2018 ya valió la pena tan solo por la épica participación siria, un equipo en el exilio que contra todo pronóstico mantiene vivas las esperanzas mundialistas.
Esta última Fecha FIFA colocó a este equipo en el Repechaje de Asia para aspirar al encuentro contra el cuarto lugar de Concacaf. Pero más allá de que requiere dos pasos más para convertirse en mundialista, la historia de este plantel no admite comparaciones.
Su país vive una guerra desde hace seis años que ha costado la vida de aproximadamente 450 mil personas, según la ONU, y obligado al exilio a 5 millones. Curiosamente, su Selección también ha disputado la eliminatoria en el exilio.
Esta semana avanzó al Repechaje de su Confederación para enfrentar a Australia con un gol de último minuto como visitantes ante Irán en Teherán, luego de que en fases anteriores el equipo dirigido por Al Hakim Ayman se disputaron en ciudades de Omán como Seeb y Mascate, o de Malasia como Seremban y Malacca.
Su Liga local no puede jugarse en localidades como Alepo o Hama, sino refugiarse en Damasco y Latakia, con una competencia reducida en equipos y sedes y sin promesa de continuidad pues se ha suspendido en varias ocasiones, la última en 2011 por la guerra.
Para esta última convocatoria, cinco de los veinte jugadores continúan en el futbol de su país, en equipos de Damasco como Al-Wahda, Al-Jaish y Al-Shorta, club en donde milita el peculiar portero Ibrahim Alma quien destacó la pasada fecha FIFA por su peculiar forma de despeje tipo voleibol.
Los demás provienen de ligas de países como Emiratos árabes, Arabia Saudita, Omán, Irak, Jordania, Qatar, China o Kuwait, en donde milita el capitán y futbolista histórico, Firas Al-Khatib.
Firas renunció a su selección en el 2012 al declararse miembro de la oposición y protestar contra los bombardeos a civiles del ejército en las zonas rebeldes antigubernamentales. Para marzo de este año fue llamado y su aceptación se basó en el “honor de representar a su país” y ante ello no podría negarse.
Hoy, Siria ha robado los reflectores y la posibilidad de asistir a su primer mundial es latente, brindando un un halo de esperanza para sus compatriotas en guerra, en un territorio que se disputan los rebeldes y opositores al régimen de Bashar al-Ásad. Información Medio Tiempo