Los ataques a bases aéreas rusas dejaron un saldo de 3 militares asesinados y 6 heridos.
Varias explosiones golpearon dos bases aéreas rusas este lunes, según medios rusos. Una de las explosiones habría ocurrido en una base donde hay bombarderos de capacidad nuclear que han tenido en ataques contra Ucrania.
Ni las autoridades rusas ni las ucranianas hicieron comentarios en un principio sobre la posible causa de las detonaciones.
Tres militares fallecieron, seis resultaron heridos y un avión sufrió daños cuando un camión de combustible explotó en una base aérea en Ryazan, en el oeste de Rusia, según la agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti. En la base hay aviones de combustible de larga distancia que permiten repostar a bombarderos en el aire.
Por otro lado, las autoridades en la región de Saratov, junto al Río Volga, dijeron que investigaran los reportes sobre una explosión en la zona de la base aérea Engels, donde hay bombarderos estratégicos Tu-95 y Tu-160 que han sufrido ataques contra Ucrania. Esos bombarderos pueden llevar armas nucleares.
El gobernador regional de Saratov, Roman Busargin, dijo que no había daños a instalaciones civiles y agregó que las autoridades comprobaron si se había producido algún incidente en instalaciones militares.
Medios regionales de información de una fuerte explosión cerca de la base de Engels y citaron a algunos residentes que dijeron haber visto un destello de luz procedente de la zona.
Cuando se le preguntó si el presidente de Rusia, Vladimir Putin, había sido informado sobre la explosión en la base de Engels, el vocero del Kremlin Dmitry Peskov dijo simplemente que el presidente recibió información regular sobre los acontecimientos.
En Ucrania el lunes, la oficina del presidente de Volodimir Zelenski dijo que tres cohetes habían alcanzado su localidad natal, Kryvyi Rih, en el surcentro del país, donde mataron a un trabajador fabril e hirieron a otros tres. En la región nororiental de Járkiv, una persona murió en ataques de misiles S-300 sobre infraestructura civil en la localidad de Kupyansk.
La guerra que comenzó con la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero ha desplazado a millones de personas de sus hogares, matado y herido a un número desconocido de civiles y remecido la economía global, en especial por su efecto sobre los precios y disponibilidad de alimentos, fertilizantes y combustibles, exportaciones cruciales de Ucrania y Rusia.
Varios países occidentales comenzaron a imponer el lunes un límite de precio de 60 dólares el barril al crudo ruso y vetaron algunas variedades, dentro de las nuevas medidas para aumentar la presión sobre Moscú por la guerra.
La decisión ha sido rechazada por el Kremlin y criticada por Zelenski, cuyo gobierno quería reducir el precio a la mitad.
El vice primer ministro de Rusia, Alexander Novak, responsable de asuntos de energía, anunció en comentarios televisados el domingo que Rusia no venderá su petróleo a los países que intenten emplear el tope de precio.
“Sólo venderemos petróleo y productos de petróleo a los países que trabajen con nosotros en condiciones de mercado, incluso si tenemos que reducir la producción en cierta medida”, dijo Novak en declaraciones televisadas horas antes de que entre en vigencia la medida.
El bloque de 27 países europeos también impuso un embargo al crudo ruso enviado por mar.
Rusia, el segundo productor de crudo más grande del mundo, depende de la venta de gas y petróleo para mantener su economía, ya ahogada por amplias sanciones internacionales debido a la guerra de Putin en Ucrania.
En las últimas semanas, Rusia ha atacado la infraestructura ucraniana, lo que incluye centrales eléctricas, y mantiene una ofensiva en el este, en especial en la ciudad de Bakhmut y sus alrededores.
Las fuerzas rusas también se han asegurado cerca de la ciudad sureña de Jersón, retomada por fuerzas ucranianas el mes pasado tras ocho meses de ocupación.
Fuente: El Financiero