“Te di todo. Mi mente y mi cuerpo. Mi espíritu y mi alma”, escribe Kobe Bryant en “Dear Basketball”, la carta que le dedicó al deporte que lo hizo leyenda, sin saber que esas líneas trascenderían la duela y se convertirían en filosofía de de vida.
Kobe emprendió durante su carrera y después de la misma un sinfín de proyectos para ayudar a la población vulnerable de Los Ángeles. Con fundaciones, centros deportivos, academias y conferencias, trató de impulsar a los jóvenes y a los sectores más necesitados.
“La cosa más importante en la vida es cómo tu carrera mueve e inspira a la gente que está alrededor de ti y cómo impulsa a las próximas generaciones. Esa es la verdadera grandeza”, expresó Kobe en una de las tantas entrevistas que dio en los días de su retiro.La Mamba Foundation ha ayudado hasta ahora a cerca de 1,000 niños y cuenta con un voluntariado de más de 1,000 personas que impulsan a la juventud a desarrollar habilidades de aprendizaje, mejorar los rasgos de carácter y expandir los valores personales que se traducen en autoconfianza y empoderamiento a través del deporte y la educación.
LA INSPIRACIÓN DE LOS LATINOS
Su matrimonio con una mexicana hizo que Kobe aprendiera a hablar español y se apegara a una cultura diferente a la suya, en una ciudad como Los Ángeles cuyo mito dice que “tiene más mexicanos que México”.
“Llegaba gente mexicana, latina en general y le hablaba en inglés, pero Kobe lo hacía en español. Se acercaba a ellos, los escuchaba. Son detalles que como aficionado, como gente de este deporte, se te queda marcado. Fue uno de los mejores de la historia y con un corazón que se le salía del pecho”, dijo Horacio Llamas en una entrevista para ESPN.
Murales, playeras, reportajes, locales con su nombre, historias, anécdotas y más hicieron no solo que Los Ángeles adoptara a Kobe Bryant sino que él también hiciera suya a la ciudad.
“No quiero ser el siguiente Michael Jordan, solo quiero ser Kobe Bryant“, decía porque la comparación entre Black Mamba y Michael Jordan siempre estuvo, aunque algo que en Los Angeles tienen claro: “Kobe fue del pueblo”.Una de las grandes críticas hacia Jordan era que a él difícilmente se le veía vinculado con alguna obra benéfica o en las calles. Michael fue un Dios inalcanzable desde que tocó el cielo y hasta estos días, a diferencia de Bryant, que se daba tiempo de asistir a clases en alguna escuela cercana, a inaugurar eventos o a subastas.
“Kobe significa mucho para nosotros por todo lo que hizo, por todo lo que nos dejó. Muchos de nosotros educamos a nuestros hijos con su mentalidad, la de nunca rendirse, la de siempre lucha. Hoy sentimos que hemos perdido a un familiar”, decía un fanático de los Lakers el día de su muerte.Y es así como Kobe Bryant logró lo que ni Jordan ni LeBron han podido: ser una estrella en la cancha y un mentor fuera de ella, por lo que un año después de que él y su hija Gigi fallecieron, Los Angeles aún le llora porque dejó, además de muchas alegrías, un estilo de vida para nunca bajar los brazos ante la adversidad. Información Medio Tiempo