* Para evitar que se quiera desinformar a los yucatecos, hay que decir las cosas
claras: Uber perdió su alegato de ser una empresa de comercio electrónico y
deberá aceptar que es prestadora de servicios de transporte
* Uber perdió al exigir ser tratada igual que los taxis / Lo que falta definir son los
detalles / Hoy veremos el marcador final
CIUDAD DE MEXICO, (ESPECIAL).- Ayer, lunes 22 de mayo, por la mañana, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) definió el tamaño y los límites de la cancha en la que se tomará la decisión sobre Uber en Yucatán. No se definieron los temas más populares y conocidos que han estado en la conciencia pública, pero sí hubo definiciones que anuncian lo que puede pasar hoy.
El debate de la Corte fue un debate metodológico, es decir, sobre cómo se debe analizar el tema Uber y -hay que decirlo con franqueza- a Uber le fue mal.
Empecemos con el análisis, la Suprema Corte definió que Uber es una empresa prestadora de servicios de transporte, y dijo que así analizará cómo debe ser regulada. Esto es muy importante, porque Uber quería que se le regulara como una plataforma digital que no tiene nada que ver con la prestación efectiva de un servicio de transporte. Ahí, el gobierno estatal gana un debate esencial.
Aún más, el proyecto de decisión que fue rechazado por el Pleno de la Corte, quería igualar el servicio de Uber a comercio electrónico; si eso hubiera sido aceptado, el tema Uber se volvía un tema de leyes federales y -de forma automática- el gobierno del estado no hubiera sido competente para regular a Uber, y ahí hubiera muerto el asunto.
Sin embargo, no fue así, la Corte, insistimos, clasificó a Uber como empresa de transporte y con ello el gobierno yucateco SÍ tiene competencia para regular el tema, lo cual es una victoria esencial para el Gobierno de Rolando Zapata.
Segundo, el proyecto rechazado por la Corte partía de un principio de igualdad entre el servicio de taxis normal y el servicio de Uber, lo cual el Pleno descartó. Esto es también importante porque al decir que no hay principio de igualdad, se hace posible que las leyes les exijan unos requisitos a los taxis y otros requisitos a los Uber.
Si la Corte hubiera aceptado el principio de igualdad entre taxis concesionados y Uber, entonces lo que se les pidiera a unos, tendría que pedirse a los otros: precio mínimo de autos, aires acondicionados, equipo de sonido, etc.
La Corte ya dejó claro que, si bien los dos son servicios de transporte, son servicios diferentes y distintos. Eso pinta bien para la Ley yucateca, porque permite colocar a Uber y a los taxis en canastas distintas en los servicios de transporte, con exigencias y requisitos -obvio- también distintos.
Finalmente, la Suprema Corte dejó para hoy, el definir qué regulaciones son razonables para Uber en Yucatán. Es decir, hoy debatirán si es aceptable que se exija el registro de los choferes y que su nombre se coteje en la Plataforma México para revisar antecedentes criminales, si puede haber flotillas Uber (recordemos que el gobierno del estado quiere poner un límite de dos Uber por dueño), y si se puede poner un precio mínimo a los autos que se usen para Uber.
Lo verdaderamente importante para el gobierno del estado y para la seguridad en Yucatán, es el tema del registro de choferes.
El tema de las flotillas es un tema para evitar que haya “pulpos” Uber que enriquezcan a unos cuantos empresarios y que los choferes de Uber terminen siendo unos simples “martillos” (pero ese en realidad no es un tema de vida o muerte para la administración estatal).
Ahora bien, el tema del precio mínimo de los autos, pensamos en Por Esto! que es un tema que debe corresponder juzgar a la ciudadanía al subirse a los mismos.
En resumen, para evitar que se quiera desinformar a los yucatecos, hay que decir las cosas claras:
Ayer Uber perdió su alegato de ser una empresa de comercio electrónico y deberá aceptar que es una empresa prestadora de servicios de transporte.
Ayer Uber perdió su alegato de exigir ser tratada igual que los taxis, y ya quedó claro que son esquemas de servicios distintos que deben tener regulaciones distintas.
Lo que falta definir son los detalles.
Hoy veremos el marcador final. Si el gobierno gana el tema de seguridad pública para evitar que Uber sea usado o vulnerado por redes criminales, Rolando Zapata se habrá anotado un triunfo para él y para todos. Con eso basta y sobra.
La Suprema Corte ya lo dijo, lo votó en su Pleno, por mayoría de 8 ministros. El gobierno de Yucatán es competente para regular a Uber, ahora habrá que ver los detalles de la regulación. Bien hecho.
Ayer se definió la cancha en la que se jugará el partido, se juega en la cancha del gobierno estatal y de los que quieren mantener la seguridad pública de Yucatán. Información PorEsto