Los fieles católicos de México volvieron este domingo a las iglesias tras meses de restricciones sanitarias al reabirirse los templos al culto presencial con eucaristías en memoria de los más de 43.000 muertos de la pandemia de coronavirus.
“Queremos compartir nuestra alegría de volver a la celebración con la presencia de fieles”, aseguró el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, Salvador González Morales, en una rueda de prensa previa a la reapertura de la Catedral Metropolitana.
El obispo González señaló que las actividades religiosas presenciales se reanudarán de una manera “algo gradual” y que durante el proceso se tendrá mucho cuidado de mantener las condiciones sanitarias
Por disposiciones de las autoridades sanitarias, las iglesias en México pudieron tener actividad a partir de este domingo con una ocupación del 30 % y con diversas medidas sanitarias y de distancia entre los fieles.
En la Ciudad de México, las autoridades califican los riesgos de cada colonia o barrio según los casos de COVID-19 reportados y con base en estos determinan la apertura y los horarios de operación de los negocios.“La situación en distintos puntos de la ciudad es diversa y por tanto la operación de las iglesias será diversa. Cada parroquia definirá sus horarios de acuerdo a las circunstancias sanitarias”, comentó el obispo auxiliar.
La Arquidiócesis confirmó que la primera misa ofrecida este domingo en la Catedral tuvo una asistencia de alrededor de 80 personas, de 100 cupos disponibles; en tanto que unas 400 personas lo hicieron en la Basílica de Guadalupe, de las 500 plazas que habilitaron. La Basílica tiene un cupo de 15.000 personas, 5.000 de ellas sentadas.
MEDIDAS SANITARIAS
A la entrada de los templos se colocarán tapetes para desinfectar el calzado, a las personas se les tomará la temperatura y se pedirá el uso continuo de cubrebocas además de que una vez dentro deberán guardar una sana distancia, según las especificaciones establecidas.
El contacto físico será el menor posible por lo que las personas no podrán darse directamente el saludo de la paz y al momento de la comunión (eucaristía), el sacerdote les dará en sus manos la hostia para que ellos la lleven a la boca.
“La intención fundamental es evitar el contagio, daremos la comunicación en la mano, trataremos de traer cubrebocas para evitar cualquier tipo de contagio. La persona lo recibe en la mano. Están poco acostumbrados nuestros fieles, hay que ayudarlos”, comentó el obispo González.
El obispo Ricardo Valenzuela, deán de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, explicó que se han preparado 100 espacios para fieles católicos durante las misas que se ofrecerán durante esta jornada dominical.
“Tenemos 100 lugares previstos con la sana distancia”, explicó el obispo al señalar que antes de la pandemia registraban una participación de unos 30 fieles en la mañana y hasta 550 en las de mediodía y de media tarde, las más concurridas los domingos. Información Radio Fórmula