· La hipertensión se puede controlar con medicamentos, seguimiento médico y hábitos saludables
MÉRIDA, Yuc., 13 de julio de 2021.- La emergencia sanitaria por COVID-19 continúa, por ello es fundamental que las personas con diagnóstico de hipertensión, fortalezcan su salud y eviten situaciones que pongan en riesgo su calidad de vida; ya que forman parte de los grupos vulnerables ante el virus SARS-CoV-2.
La doctora Gabriela Canche Briceño, coordinadora auxiliar de Atención Médica en Primer Nivel, explicó que el tener hipertensión arterial controlada y COVID-19, no agrava el padecimiento, pero si se agregan otros factores como la edad avanzada, enfermedades cardiacas previas, tabaquismo o algún daño a nivel pulmonar, eso sí representa un riesgo mayor; por tal motivo, el IMSS exhorta a seguir desde casa los tratamientos adecuados así como hábitos saludables.
Algunas sugerencias para proteger la salud en general de quienes presentan diagnóstico de hipertensión son: no suspender medicamentos y mantener bajo vigilancia sus niveles de presión arterial menores a 130/80mmHg y mayores de 110/70mmHg.
En caso de que algún paciente requiera acudir a su unidad médica o salir de su domicilio, se recomienda : utilizar el cubrebocas, realizar el lavado de manos o uso de alcohol en gel, respetar los filtros sanitarios, la sana distancia y aplicar el estornudo de etiqueta.
La especialista también reiteró que aunado a los tratamientos médicos para la hipertensión, se deben incluir acciones que promuevan un estilo de vida saludable como: conservar un peso adecuado, alimentarse sanamente, no adicionar sal a la comida, evitar refrescos, no fumar ni consumir alcohol; ejercitarse regularmente; así como aplicar técnicas o sesiones de terapia para reducir los niveles de estrés.
La doctora explicó que la hipertensión arterial se define como un padecimiento multifactorial y sistémico donde las arterias tienen una presión persistentemente alta (mayor a 140/90 mmHg) y que esta enfermedad se ha asociado con el desarrollo de complicaciones como infarto agudo de miocardio, enfermedad vascular cerebral, demencia, insuficiencia cardiaca, arritmias, insuficiencia renal, aterosclerosis acelerada y complicaciones en el embarazo como preeclampsia o eclampsia.
Finalmente, si una persona con hipertensión presenta síntomas como tos, aumento de la temperatura y dificultad para respirar aunado a una baja importante de la presión arterial debe acudir a los Módulos de Atención Respiratoria del Seguro Social (MARSS), ubicados en las Unidades de Medicina Familiar, donde podrá recibir el seguimiento médico pertinente.